Boca encontró el empate en el final, cuando menos se lo esperaba, como devolviéndole a San Lorenzo el mismo castigo con el que le pagó a River en el partido anterior. El santo merecía el triunfo, había hecho lo necesario para ello, pero el regreso de Carlos Bianchi no podía ser con derrota, y el pie izquierdo de Bonvín hizo delirar a la multitud xeneize que se dio cita en el estadio salteño Padre Martearena.
El partido fue vibrante, emotivo y de arco a arco. Como para que los salteños disfruten a pleno de este clásico de verano, que les permite ver de cerca a los ídolos que siguen durante el año por radio y televisión.
Cómo habrá sido que la apertura del marcador llegó a los 7' y con un gol que, sin dudas, competirá por el título de mejor del verano. El que festejó fue San Lorenzo, desde el primer enganche de Astudillo para habilitar a Acosta, del taco del capitán Beto para que el pibe Luna se llenara la boca de gol con un zurdazo bajo, que entró junto al palo izquierdo del Pato Abbondanzieri.
Y el santo era merecedor del premio. Porque se mostraba mejor que Boca y cada vez que arrimaba el juego a dominios xeneizes daba la sensación de volver a golpear. Es que Chatruc encontró el espacio justo a espaldas de Diego Crosa y eso desestabilizó a los de Bianchi. Algo que el volante aprovechó a los 15' para entrar al área obligando a Cascini a cometerle penal.
El que tuvo que repetir el Beto Acosta con la única diferencia de que el convalidado por Sequeira fue abajo a la izquierda del Pato y no arriba como el que le anuló por invasión de campo.
Dos goles de diferencia que marcaron la superioridad santa. La que se vio amenazada con el descuento del Pipa Estévez, quien definió bárbaro con un derechazo cruzado una habilitación justa de Moreno. Iban 28', tres goles y un ritmo que no dejó espacio a las distracciones. Así hasta el final de la primera mitad.
En el complemento y como era de esperar, Boca salió a empatar ni bien sacó del medio y arrinconó a San Lorenzo. Tuvo la pelota pero no encontró la fórmula para lograrlo. Y los dirigidos por Insua jugaron sus fichas al contraataque. Más cuando quedaron con uno menos por la expulsión de Celso Esquivel por falta sobre Jerez.
Y la categoría de Acosta pesó mucho más que las ganas de Boca, por eso había más sensación de gol en el arco del Pato (le atajó un remate a Barrientos a los 64' y se quedó con un fallido tiro de Acosta a los 69') que en el de Ramírez (contuvo un débil cabezazo de Caneo un minuto después).
No pareció que San Lorenzo jugara con uno menos. Aguantó a pie firme y estuvo cerca del tercero en un tiro libre del Beto que Abbondanzieri manoteó al córner.
Sin embargo, cuando el reloj marcaba 86 minutos, el Pipa Estévez ganó por derecha y su centro al primer palo encontró el pie izquierdo del pibe Bonvín para marcar el 2 a 2 con el que se cerró el partido.
Fue empate con gusto a victoria para los dirigidos por el Virrey, porque llegó bien sobre el final, con el último aliento.
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La Ciudad
