En un esfuerzo por detener la espiral ascendente de costos en la Fórmula Uno y evitar así que otras escuderías corran la misma suerte que las desaparecidas Prost y Arrows, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) anunció ayer la implementación de una serie de medidas para el recorte de gastos. En un comunicado de prensa la FIA justificó las medidas (entre las que se incluye la prohibición de contar con autos de reserva en las carreras y las comunicaciones telemétricas entre el piloto y el equipo), en el hecho de que los equipos no habían tomado acciones para reducir costos por su propia cuenta. "A pesar de la desaparición de dos escuderías de Fórmula 1 (Prost y Arrows) en los últimos doce meses, nada ha sido hecho para ahorrar dinero", señaló la FIA, antes de agregar: "En octubre pasado, los equipos de F-1 rechazaron todas las propuestas de ahorro de la FIA. Los propios equipos tuvieron varias reuniones, pero no se hizo nada". Como consecuencia de ello, la FIA invitó a los responsables de las escuderías a reunirse ayer en Londres, para informarles acerca de las nuevas disposiciones en cuanto a los recortes de gastos, que serán implementados ya en la temporada 2003, a iniciarse el 9 de marzo en Melbourne (Gran Premio de Australia). El cambio de reglas implica la prohibición de las comunicaciones de telemetría entre el piloto y los boxes (y viceversa), al igual que las comunicaciones por radio entre el equipo y el piloto. Además, se permitirán sólo dos autos por equipo por fin de semana de carrera, y las escuderías no podrán trabajar en los coches entre las pruebas de clasificación y la carrera (los autos quedarán en un parque cerrado). También estarán prohibidos el control de tracción, el control de arranque y las cajas de cambio totalmente automáticas. A partir de 2004, a las escuderías se les pedirá utilizar sistemas de frenado y alerones traseros clásicos, además de componentes de larga duración. El comunicado de la FIA especifica también los planes para la temporada de 2005, cuando todos los coches deberán usar el mismo motor por dos carreras, y será introducido un nuevo sistema de penalización para las escuderías que realicen cambios de componentes o de motores fuera de los tiempos permitidos. A partir de 2006, los motores deberán extender su vida útil hasta seis carreras, con el acuerdo de los equipos de introducir una nueva regulación técnica para eliminar el uso de materiales particularmente caros en cualquier parte de los bólidos, incluido el motor. En octubre del año pasado, la comisión de la FIA para la Fórmula 1 ya había propuesto importantes cambios para la categoría, pero en esa oportunidad los vinculados al recorte de gastos fueron rechazados. Ahora, el presidente de la FIA, Max Mosley, pudo imponer sus ideas. (DPA)
| Como presidente de la FIA, Max Mosley, tiene ideas. | | Ampliar Foto | | |
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