Año CXXXVI
 Nº 49.724
Rosario,
jueves  16 de
enero de 2003
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Caen tras olvidar un celular en la casa de la víctima
Cometieron el crimen para robar 12 mil dólares, que luego gastaron en electrodomésticos y muebles

Buenos Aires.- Un hombre y una mujer fueron detenidos ayer sospechados de haber asesinado hace nueve días a un hombre en Villa Lugano para robarle 12 mil dólares, y con el dinero sustraído "se fueron de compras y compraron electrodomésticos y muebles", informaron fuentes del caso. Una de las claves para esclarecer el crimen es que los ladrones olvidaron un teléfono celular en la casa de la víctima, lo que permitió a los investigadores identificar a los acusados.
En la causa hay otros dos sospechosos que fueron identificados pero están prófugos, uno de ellos el entregador, quien sería un ex empleado de la víctima.
Los detenidos por el crimen de Néstor Bosigna, de 63 años, fueron apresados por personal de la comisaría 52ª de la Policía Federal tras varios allanamientos en la villa de emergencias Ciudad Oculta, en el barrio porteño de Mataderos.
Según la investigación, en el caso hubo un entregador, ex empleado de la víctima, que dio datos que permitieron el robo.
El episodio ocurrió durante la madrugada del 6 de este mes en una vivienda de Larrazábal 4461, de Capital Federal, a sólo dos cuadras de la comisaría 52ª, donde en la parte delantera funciona una pizzería.
La policía informó que tres delincuentes ingresaron por la puerta de la pizzería y sorprendieron a Bosigna, su esposa, su hija y el novio de ésta en la vivienda. Entonces, comenzaron a amenazar a las cuatro personas y les exigieron dinero.
En el momento del crimen, los delincuentes encerraron en una habitación a la mujer, la hija y el yerno de la víctima, mientras que a Bosigna lo comenzaron a presionar para que les entregara el dinero.
Luego de juntar 12 mil dólares, uno de los delincuentes le disparó un balazo en el pecho, que le produjo la muerte en forma instantánea.
Al huir, los delincuentes se llevaron la cerradura de la pizzería, a través de la cual ingresaron a la vivienda, con la intención de despistar a los investigadores. Pero también olvidaron un celular que se convirtió en una prueba en su contra.
Se determinó que los acusados compraron luego un televisor, equipo de audio y otros electrodomésticos, como así también muebles de comedor. (Télam)


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