cartas

Impuestos impopulares

Cuando el Estado se arruina todos estamos arruinados por contragolpe. Porque el Estado es el mayor deudor y el mayor acreedor del país. Y no hay deudor tan inaccesible ni acreedor tan absorbente puesto que, haciendo la ley y teniendo la fuerza, puede siempre repudiar sus deudas y despedir a los rentistas con las manos vacías; y en seguida aumentar los impuestos y tomar del bolsillo de los contribuyentes hasta el último centavo. Días atrás el Congreso nacional aprobó por unanimidad un “impuestazo” que permitiría recaudar mil millones de pesos más. Los impuestos nunca han sido populares, en ninguna época ni nación. Eran especialmente odiados cuando gobernantes vasallos los imponían para pagar tributo a los grandes imperios.
Carlos Alberto Parachú