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¿Qué pasa con Charly García?

La perturbación y/o enajenación mental que domina la personalidad del señor Charly García se aproxima con hechos deplorables al límite de lo tolerable. Sus actitudes, destacadas en medios gráficos (sección policiales), radiales y televisivas, lo alejan del espejo en el que se deberían mirar nuestros jóvenes que, so pretexto de estar en presencia de un ídolo (¿?) de cierto y determinado sector de la juventud, encuentren pautas de conductas que permitan mejorar su calidad de vida. Alguien debe parar este desenfreno. Semejante flagelo y/o parásito social jamás puede ser ejemplo de nadie y mucho menos de alguien que asoma a la vida cargado de ilusiones y esperanzas. El respeto, entonces, que me merece como ser humano Charly García, me obliga a apelar a la cordura, sentido común y conmiseración de su círculo más íntimo para que sea tratado por quien o quienes corresponda. ¿Será posible?
César Román