Año CXXXVI
 Nº 49.720
Rosario,
domingo  12 de
enero de 2003
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Encuentro de copleros en la provincia de Jujuy
La tradición del canto popular revive en una fiesta folklórica

El Encuentro de Copleros, que tradicionalmente se realiza en la localidad de Purmamarca, en la provincia de Jujuy, comenzó ayer en un clima de canto popular, en donde afloró como un ejercicio natural la recitación de cuartetas para los más de cien copleros que llegaron desde distintos lugares de la provincia norteña.
Como un aperitivo del Carnaval, desde hace 20 años en la localidad de Purmamarca, distante a 65 kilómetros de San Salvador de Jujuy, el Encuentro de Copleros permitió reflejar la expresión autóctona del canto con el sonido de la caja, que de acuerdo a las regiones suena distinto por la humedad en el cuero.
Unos cien copleros de la provincia se congregaron en ese bello pueblo que se caracteriza por sus cerros de arcillas de colores, para saborear típicos platos antes de iniciar lo que se denomina "la cajeada" (tocar la caja).
Para las sedientas gargantas de los copleros no bastaron los 300 litros de chicha que prepararon los organizadores, pero durante toda la tarde las "cuadrillas" que llegaron al Club Santa Rosa de Lima, formaron las rondas y recitaron coplas nacidas desde los más profundo y sincero de cada protagonista.
Las coplas se cantan al son de la caja, que es elevada hasta la cara, y en su mayoría se desconoce a los autores de las melodías.
En las rondas, los copleros van contando los diversos estados de ánimo, la salud de algunas de las personas, agradecimientos o describen hechos ocurridos, así como también se refieren a la cosecha, al ganado, y a todas las cosas que rodean a los hombres del campo.
Selva Vilte, una de las organizadoras, dijo que el encuentro significa "veinte años de resistencia en mantener un hecho cultural alejado de lo comercial, vitalizado por la solidaridad de la gente".

A la espera del carnaval
Según Vilte, el encuentro "año tras año renueva esta necesidad del pueblo de encontrarse y contarse con el canto, la historia, la buena y la mala fortuna, la bronca y la risa".
Evocó que hay jóvenes que "venían desde güagüitas (chicos) en aguayos (mantas) a las espaldas de sus madres y hoy vienen ya mozos a coplear al encuentro".
La localidad de Purmamarca está ubicada a 2.275 metros de altura sobre el nivel del mar, y se accede por la ruta nacional 9, hasta alcanzar la ruta nacional 52, por donde se ingresa al pueblo que está a unos 3 kilómetros de la ruta nacional.
En realidad las copleadas de Purmamarca suelen ser el prolegómeno de los festejos del carnaval: en su transcurso ya se insinúa el juego con el papel picado y la harina, y también aparece la mítica rama de albahaca, con su afrodisíaco perfume, que según dicen, mitiga el cansancio del festejo.
Los organizadores han prometido la visita de Luisa Calcumil, con su espectáculo "Aukiñ" (Ecos), que incluye canto mapuche, teatralidad y música sureña, al igual que la de otros artistas de la provincia, en un acto de "interculturalidad", destacó Selva Vilte.
En Jujuy hay un monumento literario a la copla que es el "Cancionero Popular de Jujuy", una obra de recopilación de textos tradicionales realizada por el escritor Alfonso Carrizo, que tuvo su primera edición en 1935, después de los constantes viajes que realizó el autor dentro de la provincia.
Uno de los registros obtenidos por el "Cancionero Popular de Jujuy" es una copla de despedida que dice: "Aquí canta ese mocito/ Pa' no volver a cantar/ Terminando su coplita/ se ha de mandar a mudar". (Télam)



Las coplas anónimas recrean la vida de los campesinos. (Foto: El Tribuno der Jujuy)
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