Año CXXXVI
 Nº 49.716
Rosario,
miércoles  08 de
enero de 2003
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Una directiva judicial que no se cumplió
Hace veinte días un juez ordenó reducir el número de internos de la 1ª. Había 52 personas donde caben 20

El 15 de diciembre pasado el juez de Instrucción Eduardo Suárez Romero ordenó a la Jefatura de la Unidad Regional II que trasladara a gran parte de los reclusos alojados en la comisaría 1ª, aunque esa orden nunca se cumplió y ahora hay una investigación judicial para saber quién y por qué la desobedeció.
Desde el Ministerio de Gobierno respondieron que la falta de espacio carcelario impedía resolver en los plazos judiciales el inconveniente e informaron que se acataría lo resuelto ni bien se habilitaran nuevas plazas en el Servicio Penitenciario provincial.
La orden de Suárez Romero fue la réplica judicial a un hábeas corpus presentado por algunos de los detenidos que se apilaban en la seccional de Juan Manuel de Rosas al 1300.
Diez días antes de que el juez enviara la resolución al jefe de la policía local, comisario mayor Jorge Pupulín, el fiscal de segunda instancia José María Peña ya había advertido a la presidencia de la Cámara Penal de Rosario sobre "las escandalosas e inhumanas" condiciones de detención de los presos alojados en las comisarías locales.
Casi al mismo tiempo, el propio Peña pidió un informe al jefe de cada seccional para determinar cuántos internos había en sus calabozos y cotejar el dato con la capacidad real de esos penales, que en ningún caso fueron construidos para alojar reclusos.
El dato que le envió entonces el ahora desplazado titular de la primera, Miguel Reggiardo, fue lapidario: en dos piezas con capacidad para albergar como máximo a 20 personas se apilaban nada menos que 56.
Algo similar ocurría por entonces, y muy probablemente nada cambió, en otras dos seccionales céntricas: en la 2ª había 50 presos donde caben 14, y en la 3ª se hacinaban 52 en un espacio con capacidad para otros 14.
Peña dijo ayer que esta situación se repite en cada comisaría mientras en la cárcel local, que ocupa toda una manzana, no hay más de 300 reclusos. El funcionario judicial responsabilizó por este dramático cuadro de situación a las autoridades políticas de la provincia y repitió que la policía "no tiene por qué" cuidar presos y menos en semejantes condiciones.
Paralelamente, varios magistrados y funcionarios del Poder Judicial dijeron que la situación en las seccionales es "una bomba de tiempo". Uno de ellos dijo a este diario que lleva años participando de reuniones donde los jueces exponen la situación ante cada nuevo funcionario del área penitenciaria, y que las soluciones jamás llegan. "Hasta resulta fastidioso porque siempre nos convocan para no hacer nunca nada", se lamentó amargamente.
La fuga de ayer, en tanto, gatilló una nueva causa judicial ya que el fiscal Esteban Franichevich investigará ahora qué pasó con la orden emitida por Suárez Romero en diciembre para la comisaría 1ª.


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