La vieja historia de fugas de presos en las comisarías de la ciudad tuvo ayer a la madrugada su capítulo más espectacular e inédito: 20 reclusos de la seccional 1ª de barrio Martin escaparon a través de un túnel que cavaron entre uno de los calabozos y una playa de estacionamiento lindera. Poco después seis fueron recapturados en distintos puntos del centro, pero el resto había logrado escapar.
Todo ocurrió 22 días después de un que un juez de instrucción ordenara al Gobierno provincial descomprimir la superpoblación en esa comisaría céntrica, donde hasta ayer estaban alojados 52 internos en un lugar con capacidad para menos de la mitad de esa cifra (ver aparte).
La mayor fuga masiva en la historia de penales policiales rosarinos se produjo alrededor de las 2.30. En ese momento cuatro policías estaban a cargo de toda la seccional de Juan Manuel de Rosas al 1300 con una población carcelaria que superaba el centenar de personas. El incidente se originó en el penal número 1, donde había en total 27 hombres alojados. Los internos utilizaron herramientas precarias que ellos mismos fabricaron, como chuzas y cucharas, con las que socavaron el ángulo entre el piso y una pared que mira hacia el sur.
"Lo hicieron muy bien porque el agujero estaba debajo de un camastro de cemento con el que lo taparon", confió una fuente policial. Los reclusos se vieron favorecidos porque en el otro lado de la pared medianera, que separa la seccional de una cochera al aire libre, había un cantero de tierra de un poco más de un metro de ancho. Lo que era un misterio ayer es cuánto tiempo debieron emplear para perforar el suelo del calabozo para salir al exterior y dónde fueron escondiendo la tierra y los escombros del boquete.
Los relevos
El jefe de la Unidad Regional II, comisario mayor Jorge Pupulín, dijo en conferencia de prensa que esos puntos "son materia de investigación con sumarios judiciales y administrativos" a los policías que estaban de guardia a la madrugada y también a las principales autoridades de la seccional. En ese sentido Pupulín anunció el desplazamiento de los jefes de esa dependencia, el comisario principal Miguel Reggiardo y la subcomisaría Silvia Hamui, como también del superior inmediato de los mismos, el comisario inspector Ignacio Siffredi. En lugar de ellos fueron designados Angel Llorens y Ariel Lalli, al frente de la 1ª, y Alejandro Franganillo como jefe de inspección de la 1ª Zona.
La alarma frente al escape sonó cuando al menos diez de los evadidos ya habían ganado el exterior y corrían por sobre tapiales y techos de casas vecinas. Natalia, una docente que vive en uno de los edificios de la manzana que miran hacia la seccional y también hacia la cochera por donde salieron los evadidos, fue testigo privilegiada del gran escape.
"Uy, mirá. Creo que están robando los autos de la cochera", les contó Natalia a sus amigos con quienes compartía una reunión. La muchacha se había asomado de casualidad por una ventana y vio movimientos extraños dentro del garaje, que a esa hora de la madrugada estaba cerrado y oscuro. De todas maneras, la mujer pudo apreciar desde la altura de un sexto piso claramente lo que ocurría. "Al principio pensamos que eran choros comunes, pero rápidamente aparecieron más personas. Vimos cómo sacaban por un agujero bolsas, trapos y ropa que tiraban al lado de un par de autos", narró.
A medida que iban atravesando el túnel los presos arrojaban bultos con ropas y trapos que aparecieron tendidos entre un Renault 9 y un Peugeot 205. Natalia comentó que al menos diez de ellos treparon a los tapiales de los departamentos de la planta baja de su edificio y de esa forma cruzaron por los techos hacia calle Juan Manuel de Rosas. Otros corrieron por otras azoteas en dirección contraria.
A todo esto, varios móviles policiales convergieron frente a la seccional y comenzaron el rastreo de los prófugos. El Comando Radioeléctrico y la Brigada de Orden Urbano (BOU) recapturaron a seis de los evadidos.
La nómina de apresados en inmediaciones de la seccional y en el centro de la ciudad es la siguiente: Cristian Sosa, Alberto García, David Núñez, Adrián Córdoba, Marcelo Giménez y Alexis Speletta. Este último cayó preso tras un violento forcejeo con agentes de la BOU que lo interceptaron en San Luis y Sarmiento.
Los que permanecían prófugos, según la oficina de Prensa de la Unidad Regional II, hasta ayer eran: Pedro Barbosa, Juan Carlos Baso, Raúl Corvalán, Luis Esquivel, Guillermo Gerez, Claudio González, Fabián Mendoza, Alejandro Ramírez, Gabriel Rozeto, Martín Udi, José Valenzuela y Luciano Vallejos (todos acusados de robo a mano armada), Marcelo Reynoso (por robo simple) y Miguel Barrios (por homicidio). "Se han montado operativos en torno a los domicilios de estas personas para tratar de detenerlos cuanto antes", expresó Pupulín.