Tibisay Soto
Caracas. - El paro opositor que mantiene semiparalizada a Venezuela desde hace 33 días no ha logrado su objetivo de desalojar del poder al presidente Hugo Chávez debido a que el mandatario y sus adversarios mantienen un cerrado equilibrio de fuerzas. Chávez tiene varias fortalezas: legitimidad, apoyo del 30 al 35% de la población, constitucionalidad, apego de las fuerzas armadas y aun una economía fuerte, dijo el general retirado y moderado opositor Alberto Müller Rojas. "La cota de aceptación de Chávez se mantiene en el 36% de acuerdo a encuestas muy confiables, y en intención de voto el presidente aún tiene el respaldo de un impactante 38% de la población: una minoría, sí, pero una minoría nada desdeñable", destacó la revista Veneconomía. El paro, en demanda de un referéndum sobre la permanencia de Chávez en el poder o de un adelanto de las elecciones, es auspiciado por las cúpulas sindical CTV y empresarial Fedecámaras con el apoyo de toda la gama de adversarios del mandatario, incluidos los también poderosos medios de comunicación locales. En contrapartida, Chávez mantiene una mayoría de 85 diputados (sobre un total de 165) en la Asamblea Nacional y también controla la mayoría de las gobernaciones de Estado. Pero su respaldo es precario en el sistema judicial cuyas decisiones generalmente favorecen a opositores, así como en el Consejo Nacional Electoral, dos de cuyos cinco directivos le son adversos. En la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) la oposición cuenta con su principal bastión: la élite gerencial, que colapsó la industria petrolera del quinto país exportador mundial de crudos. Pese a todo, Müller estima que el prolongado paro general "lo que hizo fue atornillar a Chávez", quien -agrega- debe haber aumentado sus adeptos de la misma manera que sucedió tras el golpe que lo desalojó del poder en abril por 47 horas. Chávez "tiene todavía gran capacidad para movilizar grandes sectores de la población que están dispuestos a asumir cualquier posición en la defensa del régimen, sectores que habían sido marginales", dijo. "Quienes se le oponen tendrían que suprimir o neutralizar a esos sectores por la fuerza", aseguró. Müller sostiene que la oposición agrupada en la Coordinadora Democrática sabe de las fortalezas de Chávez y apostaba a "una intervención norteamericana" o a "la posibilidad de que nuevamente las fuerzas armadas se sumaran al movimiento", como ocurrió en abril. (AFP)
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