Tras desmentir por enésima vez su candidatura y enfatizar que se retirará de la política, el presidente Eduardo Duhalde se mantuvo firme en su idea de dirimir la pelea partidaria directamente en las elecciones generales y reforzó así el enfrentamiento abierto con el menemismo, que insistió con su cerrada defensa de los comicios internos. El duhaldismo tiene exactamente una semana para definir el resultado de su primera jugada: el congreso partidario del próximo miércoles. La apuesta presidencial apunta a imponer el sistema de lemas para sortear así la interna del 23 de febrero y llevar la disputa de los candidatos directamente a las elecciones generales. Así las cosas, el presidente buscó diferenciarse de su eterno contrincante interno, Carlos Menem, al asegurar que "el 50 por ciento" de la disputa que mantiene con el ex mandatario "está resuelta" por su decisión de retirarse de la política. "El 50 por ciento está resuelto, porque yo ya dije que me retiro de la política a partir del 25 de mayo próximo", manifestó el jefe del Estado ayer en declaraciones a la radio La Metro, aunque resaltó que "como en el matrimonio, se necesita del acuerdo de dos". Asimismo, Duhalde puso como ejemplo que, antes de asumir la primera magistratura, estuvo "dos años en la universidad (de Lomas de Zamora), y en el estudio jurídico, y no tenía el más mínimo interés en agarrar (la jefatura del Estado), y menos en este momento; pero no pude esquivar el bulto". "Estoy tachando los días" del almanaque hasta llegar al 25 de mayo porque su período en el gobierno "ha sido muy duro", agregó Duhalde. A pesar de las promesas duhaldistas, el menemismo estuvo lejos de abrir una tregua con el presidente. Desde Córdoba, el senador Eduardo Menem lo acusó de "cobardía política" y pronosticó que si se suspenden las internas el justicialismo se fracturaría y triunfaría la oposición. Con su anuncio sobre el retiro de la política, Duhalde buscó también balancear la confesión deslizada anteayer, cuando advirtió que si no se hubiese comprometido públicamente a entregar el gobierno el 25 de mayo, "pensaría" en la posibilidad de postularse a la Presidencia. Este nuevo capítulo de los vaivenes duhaldistas, que enfrentan el problema de carecer de candidato propio en la pelea interna, terminará por resolverse el próximo 8 de enero si finalmente se realiza el congreso del PJ. La estrategia de los seguidores de Duhalde es anular las internas, pero tienen dificultades para reunir a los gobernadores justicialistas detrás de la jugada. Al menos dos provincias con cantidad importante de congresales, como Santa Fe y Córdoba, que juntas reúnen 139 de los 900 totales, estarían en desacuerdo con la movida. En efecto, los gobernadores Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota ya ratificaron su postura en favor de las internas. Descartado un apoyo decisivo a De la Sota y con las dudas que genera Néstor Kirchner en un sector del oficialismo, la propia candidatura de Duhalde fue lanzada al ruedo por el diputado José María Díaz Bancalari, entre otros colaboradores, pero el presidente la desmintió insistentemente. "He dicho que me voy el 25 de mayo y no tengan dudas de que me voy a ir. No tengan dudas de que no voy a ser candidato a nada este año", afirmó, al hablar durante una recorrida por una curtiembre de Lanús, y luego recurrió al club de sus amores para convencer a la prensa de su decisión: "Es más fácil que Banfield salga campeón", enfatizó. Para agregar condimento a la acalorada pelea justicialista, en el último día del año, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, contestó que veía "difícil, pero no imposible" su candidatura presidencial (ver aparte).
| |