Fatalidad y mucha preocupación en el sur provincial

Chañar Ladeado. - Al cierre de esta edición aún se esperaba conocer el impacto de la intensa lluvia de ayer, sobre la difícil situación hídrica que este distrito soporta desde hace una semana. Los 70 milímetros caídos amenazaban con derrumbar el delicado equilibrio conseguido con bolsas de arena para detener la masa líquida que presiona sobre la ruta provincial Nº 15, producto del drenaje de campos aguas arriba.
También la fatalidad llamó a la puerta de esta ciudad cuando Celestino Manrique, de 84 años, murió ayer ahogado en el sótano de su casa, tras ceder un piso de madera. A las cuatro, el hombre se levantó para ir al baño pero lo esperaba un accidente absurdo, el piso desapareció bajo sus pies y cayó al metro y medio de agua que, desde hace años, anega el sótano de su domicilio.
Maquinaria pesada, camiones volcadores y tres bombas conocidas como arroceras, seguían acondicionando los canales aliviadores para encauzar el líquido hacia los bajos naturales. Los trabajos lograron que la altura del agua contra la contención de arena descendiera unos 50 milímetros, pero con las precipitaciones de ayer volvió la intranquilidad a la comunidad que desde el domingo pasado no baja los brazos. Hasta el momento no hubo evacuados ni viviendas inundadas y seguían anegadas las calles de las zonas más bajas. Los puntos más frágiles para la defensa de la localidad están sobre las rutas provinciales Nº 15 y 93, donde trabajan dotaciones de bomberos y policías de toda la zona.
En Villa Cañás cayeron ayer 70 milímetros y granizó, aunque no hubo necesidad de evacuar a personas. En Venado Tuerto la lluvia alcanzó los 100 milímetros y tampoco hay evacuados. En la zona de San Gregorio cayeron 90 milímetros, pero la mayor preocupación está centrada en la laguna La Picasa y su compleja situación.