El comandante general del ejército de Venezuela, Julio García Montoya, dijo ayer que la huelga petrolera es un "sabotaje" y constituye una "agresión contra la supervivencia del Estado", señalando que sus tropas están en capacidad para impedirla. "El ejército tiene a sus mejores capacidades dispuestas para impedir que prospere esa apuesta por el colapso económico y social de la nación", advirtió en un discurso a la nación el comandante del ejército. "El ejército, vigilante de los recursos, estrategias, sentimientos y valores que pueden garantizarle a nuestros compatriotas un futuro en armonía, tiene a sus mejores capacidades dispuestas para impedir que prospere esa apuesta por el colapso económico y social de la nación", sostuvo. Algunos efectivos del ejército han sido movilizados para tomar instalaciones petroleras y buques cisterna, cuyo personal se ha negado a operar sumándose al "paro cívico" dirigido por la oposición. "El secuestro de las unidades e instalaciones que movilizan y contienen el petróleo y sus derivados es una agresión contra la supervivencia del Estado y por lo tanto sobrepasa los límites del juego democrático", destacó García. El apoyo al paro de parte de los trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha detenido los embarques de crudo, motivando el recorte de producción y la reducción al mínimo de las actividades de refinación del quinto exportador mundial de petróleo. "Actualmente están en marcha algunos actos que atentan contra la Constitución de la República, contra la democracia y contra el cabal funcionamiento del Estado, actos que como en el caso específico de PDVSA constituyen un sabotaje contra la principal fuente de riquezas de Venezuela", agregó el general. Chávez también condenó el paro petrolero como un "sabotaje" de parte de algunos gerentes de PDVSA y negó enfáticamente que vaya a renunciar por esa presión, que se ha sumado al cierre de algunos comercios e industrias. (Reuters)
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