Sin lugar a dudas que sobre todo desde el Mundial 99 la relación del público argentino con Los Pumas entró en un idilio. Hoy por hoy la gente sigue al seleccionado con mucha atención, aplaude cuando ve que el equipo deja todo en la cancha y censura, como ocurrió en el partido contra Australia, cuando piensa que no lo hacen. Se viene el Mundial y el efecto seguramente seguirá. -En este contexto, ¿qué le dirías al hincha argentino? -Quisiera decir algo y que no se interprete como que quiero abrir el paraguas, porque no es nuestra modalidad. Nosotros queremos que el rugby nacional progrese y llegue lo más alto posible en el Mundial pero hay algunas limitantes muy graves que hacen que nuestro desarrollo como equipo sea impredecible. Nosotros podemos plantear un montón de cosas y trabajar lo más seriamente posible pero hay cuestiones que son difíciles de manejar. -¿Por ejemplo? -La continuidad de los entrenamientos es una. De todos los equipos del mundo, Argentina es el único país que tiene sus rugbiers jugando en torneos fuera del país y que nos encontramos dos veces al año cuando estamos de temporada internacionales. El resto de los equipos del planeta tiene una continuidad semanal, algunos quincenal, pero todo el año entrenan. Otro impedimento grande es el desarrollo del presupuesto y de la estructura que hay alrededor de un equipo. Si ves uniones que van a competir directamente con nosotros la diferencia es mucha. Irlanda, por ejemplo, tiene cuarenta millones de dólares de presupuesto cuando Argentina tiene solamente dos millones de la misma moneda, que es lo que maneja un club de segunda división del rugby italiano. En Argentina, afortunadamente, sigue habiendo una estructura armada a pulmón de tipo totalmente amateur: Hernández, del SIC, y Villalba, de Pucará, dos personas fabulosas que trabajan por nosotros pueden servir de ejemplo. -Estas son limitantes, pero ¿y a favor? -Tenemos jugadores que están participando en torneos muy competitivos, que han perdido de alguna manera el temor a enfrentar a los mejores del mundo, porque han jugado contra ellos y muchos se miden en competencias de clubes, o sea que su mano a mano lo tienen en forma permanente. También tenemos una evolución del equipo bastante razonable. Claramente está en un nivel donde le ganó a los que están abajo; y ganó y perdió con equipos que están arriba (más ha perdido) pero se han manejado en un nivel y no lo han perdido. Nosotros, desde nuestro lugar, hemos tratado de aportar nuestro granito de arena lo más seriamente posible para el crecimiento de este equipo. Por eso, mucho va a depender lo que se haga en la última parte de estos cuatro años de que nosotros tomemos elecciones acertadas al elegir los jugadores, que acertemos en una estrategia de juego que sirva para avanzar en el Mundial, aunque a veces esa estrategia de juego no es la que más le guste a la gente, y también vamos a depender un poquito de la suerte. En términos generales soy optimista y creo que el equipo va a dar una gran batalla. Quiere la clasificación y estoy seguro de que si no nos toca quedar es porque algún imponderable se metió en el medio porque el esfuerzo lo vamos a hacer todos. Ofrecer otra cosa, no sería serio.
| |