Diego Veiga - Lisy Smiles / La Capital
Otro no. Por si quedan dudas y ante la reciente reforma a la ley de lemas, el intendente Hermes Binner sostuvo que "bajo ninguna circunstancia" será candidato a gobernar Rosario una vez más. En diálogo con La Capital, no descartó que los secretarios de Servicios Públicos y Promoción Social, Miguel Lifschitz y Miguel Zamarini, integren la grilla para ocupar ese lugar aunque "todo el gabinete y algún concejal" también la componen. Enojado, advirtió que su "no" es distinto al del gobernador Carlos Reutemann ("porque el mio es pensado") y evitó contestar sobre un posible lanzamiento a la gobernación. En el pago chico, dijo que "esa mujer" (por Luisa Donni) fue con quien peor diálogo entabló de los presidentes del Concejo Municipal y aseguró que su intendencia fue el gobierno "más transparente que tuvo la ciudad". -Cuando asumió en el 95, lo primero que hizo fue bailar un chamamé junto a sus adeptos. ¿Hoy todavía tiene ganas de seguir bailando? -Sí, por supuesto. -¿Gobernar Rosario es como bailar chamamé? -No, es como estar bailando salsa y merengue. Algo bien movidito. -¿Está enojado con Reutemann? -No. -Pero sigue pensando que la reforma a la ley de lemas es una maniobra del Partido Justicialista para quedarse con Rosario... -Creo que es el perfeccionamiento de una ley que es antidemocrática. Si siempre vamos a modificar todo para conveniencias personales o la de un partido, estamos deteriorando la democracia. -¿Y cómo van a hacer para no perder la Intendencia en el 2003? -Le vamos a demostrar a la gente que este es el gobierno más transparente que ha tenido la Municipalidad de Rosario. -¿Este escenario lo obligaría a usted a ser candidato a intendente? -No. -¿En ninguna circunstancia ni de ninguna manera? -Dije no. Hace falta un recambio y hay muchos candidatos. -Parecen los "no" de Reutemann... -No, el mío no es como el "no" de Reutemann. Está pensado en el hecho de que después de ocho años de ejercicio de la Intendencia es necesario que haya un cambio. -¿Y la gobernación de la provincia? -Bueno... (se sonríe), también está la presidencia de Central Córdoba o de la ONU. -Con tantos "no" sigue pareciéndose a Reutemann. -Mi "no" es distinto. -Al fin y al cabo, entonces, Hermes Binner hace lo mismo que Horacio Usandizaga y se va a su casa... -No, yo no soy Usandizaga. No me retiro de la política ni lo voy a hacer. -Alguna vez dijo que su pasado como concejal fue la parte más intrascendente de su vida. -A mi no me gustó ser concejal, me causaba mucha desazón estar detrás de un proyecto, luchar para lograr 21 firmas, ir a la sesión y que me lo devolvieran a comisión. No me atrae. -Este año fue el de los escraches a políticos y mostrarse en público se les hizo muy difícil, ¿usted se animaría a ir un domingo a la Rambla Catalunya? -Voy siempre, nunca dejé de ir a ningún lado. Nunca me escracharon. Camino por la calle con normalidad; me saludan los taxistas y los colectiveros. -En su administración la política de empleo fue la obra pública. Este año todo estuvo paralizado, ¿qué política de empleo plantearon? -Las huertas comunitarias y las ferias retro y de artesanías. -¿Y con eso alcanza? -No, obviamente. Pero se quebró esta pendiente de crisis y hay una recuperación que tiene sus ejes en la producción y en los servicios. -¿Les va a aumentar los salarios a los empleados? -No, es imposible. Para hablar de aumentos de salarios, hay que hablar de aumentos de tasas, no hay otra forma. Y hoy por hoy, no podemos cargar con más obligaciones al contribuyente. -¿Qué balance hace del Concejo? -Creo que lo más desacertado fue recortar el presupuesto municipal, primero porque no es tarea del Concejo hacerlo (lo aprueba o lo rechaza, no lo recorta) y segundo porque es técnicamente imposible de aplicar. Me sorprendió. -Durante sus siete años de gobierno tuvo como presidentes del Concejo a Osvaldo Mattana, Pablo Cribioli, Norberto Nicotra y Luisa Donni. ¿Con quién tuvo peor relación? -Con esa mujer (por Donni). Por lo menos me hubiese podido llamar para avisarme que se iba a realizar una sesión autoconvocada para tratar el recorte presupuestario. -¿Los futuros candidatos del socialismo para la Intendencia pueden salir del gabinete? -Sí, claro y también del Concejo. -Hasta ahora, las fichas se las llevan Miguel Lifschitz (secretario de Servicios Públicos) y Miguel Zamarini (secretario de Promoción Social). -(Largo silencio). Los dos son buenos candidatos, pero hay otros... -Tiempo atrás usted dijo que no se sentaría en una mesa junto a Zamora y los piqueteros, sin embargo, hace unos días cruzó la calle y hasta almorzó con algunos de ellos. ¿Está cambiando su actitud? -No son piqueteros. -Bueno, alguna vez estuvieron frente a la Municipalidad haciendo piquetes. -Sí, y se acordaban de mi mamá. Pero hace unas semanas dieron un ejemplo extraordinario, montaron su propia feria y vendieron sus artesanías y comidas. Y la gente fue y les compró y está bien, hay que ayudarlos. -¿Les teme al próximo 19 y 20 de diciembre? -No. Tengo tristeza, no temor. El 20 de diciembre del año pasado se llevó siete vidas rosarinas inocentes. Y me duele y me preocupan acciones de intolerancia como las que sufrió Susana Abalo (la militante social agredida hace días por tercera vez). Son situaciones que hay que erradicar de la ciudad. -¿Le sigue apostando a Lilita Carrió para la presidencia? -Si, hoy tiene la propuesta más firme y representa un cambio al modelo de exclusión social que tenemos.
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