Real Madrid se quedó con toda la gloria al vencer a Olimpia por 2 a 0 y obtener la Copa Intercontinental, en la final jugada en el International Stadium de Yokohama.
La calidad técnica de Real Madrid es realmente apabullante. El abanico de posibilidades que tiene de mitad de cancha hacia el arco rival opaca a cualquier adversario.
El equipo merengue cuenta con el francés Zinedine Zidane, el brasileño Ronaldo, el portugués Figo y el español Raúl. Sí, hay un español en esa camada de estrellas.
Pero el equipo paraguayo salió a presionar a los españoles sin traumas, e incluso tuvo la primera chance de gol de la final cuando a los 2 minutos un centro de Miguel Benítez rebotó en Hierro y obligó a Iker Casilla a salvar su valla.
La actitud paraguaya murió con el correr de los minutos. Poco a poco el equipo madrileño se adueñó del balón y cada incursión ofensiva de Roberto Carlos, por el sector izquierdo, y Figo, por la derecha, complicó a la defensa guaraní.
A los 14 llegó el primer gol del equipo español. Ronaldo arrancó en mitad de cancha, tocó para Zidane, éste sutilmente habilitó a Roberto Carlos y el brasileño hizo lo propio a Ronaldo, quien hizo pasar de largo a Nelson Zelaya y ante el achique de Ricardo Tavarelli tocó de derecha al palo izquierdo del arquero. Golazo.
Olimpia intentó una reacción con alguna aparición de Gastón Córdoba, con la fuerza de Sergio Orteman y el delantero, el más peligroso, Miguel Benítez, pero Real con espacio tenía el dedo en el gatillo esperando para definir.
En el segundo tiempo los españoles se cansaron de despilfarrar situaciones de gol, por impericia y en parte por suficiencia en algunos casos.
Olimpia apostó a un ataque aislado para dar el batacazo, que casi logró cuando Casillas le tapó el gol a Benítez y cuando Richard Báez -ingresó por Córdoba- cabeceó solo y mal ante el arquero madrileño.
Finalmente, Guti, quien reemplazó a Ronaldo, definió la final, cuando venció con un cabezazo a Tavarelli, tras notable centro de Figo.
Ganó el Real. Claro, sin dudas, demostrando en cada acción una mayor riqueza técnica y jerarquía que un digno Olimpia paraguayo.
El equipo español cerró el año del centenario, logrando la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y ayer le sumó la Copa Intercontinental.
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