Ejercicios de elongación, un leve trabajo aeróbico, algunos movimientos recreativos con balón y luego un intenso ejercicio de jugadas con pelota parada. Así transcurrió el último entrenamiento que el plantel de Rosario Central desarrolló ayer en Buenos Aires, que fue de una hora, en una de las canchas auxiliares que posee el club Deportivo Español en su predio del Bajo Flores, previo al partido de hoy Boca.
Desde las 17.20 hasta las 18.20, en un clima agradable por la invasión de oscuros nubarrones, los futbolistas y el cuerpo técnico cumplieron con la rutina laboral de muy buen ánimo. Al extremo que el entrenador Miguel Angel Russo se divirtió durante el tradicional "loco", juego en el que estuvo en el medio del corralito como víctima durante muchos minutos, y en la que sus dirigidos casi ni se la dejaron tocar.
Russo puso énfasis en los ensayos de tiros de esquina y lanzamientos libres, apuntando con obsesión los lugares por los que deberían ingresar al área rival cada uno de sus dirigidos.
Primero fue el Mellizo Gustavo Barros Schelotto desde la derecha quien ejecutó los córners, y enseguida nomás el ejercicio arrojó buenos dividendos. En el tercer envío del Mellizo, el Oveja Talamonti entró como una tromba a la altura del primer palo y con un violento cabezazo dejó sin posibilidad de reacción al Rifle Castellano.
Tras este implacable gol, el técnico y los jugadores se entusiasmaron y buscaron aún mayor precisión. Barros Schelotto alternó en las ejecuciones con Marcelo Quinteros, mientras que desde el costado izquierdo los encargados fueron Emiliano Papa y Germán Rivarola.
Durante los centros, el que mayor protagonismo adquirió fue el goleador Luciano Figueroa, que una y otra vez se impuso en las alturas. Previo a esta tarea, los jugadores practicaron por unos pocos minutos los movimientos tácticos del equipo titular, actividad que contó con la colaboración de Erroz, Ruggiero, Cárdenas, De Bruno, Rivarola, Mandra y Herrera.
Cuando el viento y la oscuridad temprana por la tormenta hacían presagiar la lluvia, Russo terminó con sus indicaciones y el profesor Guillermo Cinquetti ordenó una rápida serie de ejercicios de elongación para partir raudamente hacia el hotel Dolmen, lugar de concentración.
El técnico canalla se mostró muy conforme con la práctica en suelo gallego: "Los muchachos están muy bien. Tranquilos y con muchas ganas de jugar. Ahora sólo resta esperar el partido y tratar de hacer lo mejor posible".
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La Ciudad
