Como esa reunión de fin de año en que alguna familia se reúne casi por obligación, a las 12 levanta la copa y después cada uno se va a casita. Así fue el cierre de Newell's en este campeonato Apertura. Sin motivos para la celebración, con pocos momentos amenos y algunos otros de tensión en que parecía que se pudría todo. Ni fu ni fa. A pensar en las vacaciones, los dos refuerzos, la única venta y la pretemporada para soñar con un mejor 2003. Al fin, pese a que el partido de anoche con Chacarita hay que archivarlo rápido, siempre existen motivos para creer que mañana será mejor. Aunque cueste tanto encontrarlos con el parámetro que entregó anoche el equipo de Veira.
Newell's quedó al fin lejos del cuarto puesto, más lejos de lo que se suponía hasta dos fechas atrás del objetivo (limitante, pequeño) de los 30 puntos y mostrando que el mensaje semanal de Veira, de que no había que relajarse, le entró poco. Hubo actitud, es cierto, pero nada, ni un poco, de juego asociado. Eso también se consigue con mucha concentración y predisposición, porque no se trata sólo de correr.
Que Navarro Montoya haya sido la figura no debe engañar al lector. Opuso bien sus manos al mejor argumento ofensivo -el único, en realidad- que tuvo Newell's: el zapatazo de media distancia, y contuvo un par de cabezazos de Crosa, más impresionantes que efectivos. Pero los rojinegros no fueron más que eso. No más de dos toques, imprecisión suprema cuando al fin alguno podía desembarazarse de la marca y llegar al fondo, y una alarmante falta de presencia en el área, tanto cuando estuvo Sacripanti como cuando Lagorio lo reemplazó, volviendo al equipo tras 10 partidos de ausencia.
Y el Mono se destacó porque Chacarita no quiso más que el empate. Con jugadores más que interesantes en su técnica, como el incisivo Román Díaz, Delgado, Romero, y hasta Rosada y Mignini, al equipo de Pastoriza le faltó ambición, sino pudo haberlo definido. De hecho, las mejores situaciones estuvieron de su lado, como en esa providencial salvada de Ré ante Delgado, en la de del final de Crosa sobre Díaz o el increíble cabezazo marrado por el rosarino Cela Ruggieri cuando ya no había tiempo para remontarlo.
Pero no quisieron los del Pato y no pudieron los de Bambino. Manso corrió mucho y parecía la única luz en el camino al gol que nunca llegó, ni siquiera cuando Bassi le abortó la chance al no cobrar penal de Pena al inicio del complemento. Pero Rosada le estuvo siempre encima, como Arce a Rosales, y entonces la pelota pasó poco por ellos, y mucho por Domizi y Belluschi, que compitieron a ver quién la entregaba peor.
Defensivamente, pese a las situaciones creadas por Chaca, Crosa anuló a Torales y Ré se movió con una solvencia llamativa por sus pocos partidos en primera, acaso lo mejor que entregó Newell's en el cierre de año. Mientras, Passet volvió a dar ventajas pese a lo poco que se lo exigió.
Las últimas imágenes fueron típicos saludos de despedida de ocasión. El grueso de la hinchada partió rápido, un puñado importunó a los jugadores para rapiñar alguna prenda y el plantel se fue en silencio hasta el 6 de enero. Tal vez entonces se renueven las expectativas para que el próximo torneo no termine como de costumbre: esperando el próximo.
Síntesis
Newell's 0: \Passet 4, Vella 4, Ré 7, Crosa 6, Adinolfi 4, Belluschi 4, Ponzio 6, Domizi 4, Manso 6 (90' Marino), Rosales 5, Sacripanti 4, (46' Lagorio 4). Suplentes: Palos, Ruiz y Fondato. Técnico: Héctor Veira.
\Chacarita 0: \Navarro Montoya 8, Furios 5, Arce 6, Pena 4, Rosada 5 (68' Avila 5), Unyicio 5, Romero 6, Mignini 6, M. Delgado 6, Torales 4 (61' Cela Ruggieri 6), Román Díaz 7 (90' Avalos). Suplentes: De la Fuente y Di Paolo. Técnico: José Pastoriza.
\Goles: No hubo. Amonestados: Adinolfi y Manso (NOB); Arce, Mignini, Unyicio, Romero y Delgado (CH). Incidencias: Partido suspendido durante 4’ a los 90’ por invasión del público.
Cancha: Coloso. Arbitro: Gustavo Bassi 4. Recaudación: No fue suministrada.