Año CXXXVI
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Los soldados estadounidenses en Kuwait están listos para la acción
Mientras esperan la guerra las tropas se distraen mirando televisión, navegando por Internet y comiendo helado

Fiona MacDonald

Camp Virginia, Kuwait. - Los soldados estadounidenses desplegados en el corazón del desierto kuwaití se dicen dispuestos a pasar a la acción en caso de guerra, a pesar del retorno de los inspectores de desarme a Irak y las muestras de cooperación dadas por Bagdad.
El Camp Virginia, rebautizado con el nombre del lugar donde se estrelló uno de los aviones desviados por terroristas el 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, es una base de apoyo de 6 km2, situada a 65 kilómetros de la frontera iraquí. Actualmente alberga dos batallones, uno de ellos la compañía Charlie de la tercera división de infantería, llamada para dar apoyo médico a las tropas estadounidenses en caso de guerra con Irak. "Estamos listos, nos hemos entrenado mucho", aseguró Anthony Cooper, de 26 años, quien dirige la unidad de cuidados, y agregó que sus hombres son capaces de hacerse cargo de un gran número de heridos.
La compañía Charlie, llegada a Kuwait el pasado 11 de septiembre, tiene por misión tratar a los heridos si el presidente George W. Bush da la orden de atacar Irak. "Estamos dispuestos a enfrentarnos a las consecuencias de cualquier ataque con armas biológicas o químicas", añadió Cooper.
A la espera en entrar en acción, los miembros de la compañía se distraen como pueden en este rincón desértico aislado, situado a miles de kilómetros de sus hogares. "A veces es muy aburrido pero nos las arreglamos para encontrar siempre algo que hacer", aseguró Denarius McCoy, de 24 años y natural de Longview, Texas. "No es difícil encontrar una ocupación", corrobora Maggie Havener, una neoyorquina de 26, mientras sigue limpiando la tienda de campaña de diez plazas que comparte con otros miembros de su compañía.
Algo más alejadas, unidades de artillería móviles realizan un ejercicio de abastecimiento de carburante. El resto del lugar está en completa calma. Los soldados pasan las horas navegando por Internet, haciendo deporte en el gimnasio, viendo películas por la televisión y comiendo helados. Según los militares, el campo cambió radicalmente desde 1991, fecha de la guerra del Golfo, cuando los soldados sólo podían entretenerse jugando a las cartas, y les era difícil mantener alta la moral.
Veinticinco kilómetros al oeste, en el campo de tiro de Udairi, la artillería estadounidense se entrena y los cañones de 155 milímetros resuenan en el vacío del desierto. "Estamos situados a algunos kilómetros de la frontera con Irak", indicó el coronel David Perkins, quien dirige a más de 3.000 soldados de la segunda brigada de la tercera división de infantería. "Todos los uniformados están listos frente a un posible ataque en Irak", destacó el militar. "No dudo de que Estados Unidos llevará a cabo una guerra en las próximas seis semanas y esta unidad entrará en acción", añadió sin dudar, y subrayó que está seguro que su equipo sabrá cumplir la misión que le sea confiada.
Cerca de 10.000 soldados estadounidenses están desplegados en Kuwait, principalmente en un punto llamado Camp Doha, a 30 kilómetros de la capital. Además de Camp Virginia, el ejército estadounidense rebautizó otras bases con los nombres de los lugares donde se estrellaron aviones desviados por terroristas el 11 de septiembre del 2001, tales como Camp New York y Camp New Jersey. (AFP)


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