El gobernador de La Pampa, Rubén Marín, adhirió ayer al acuerdo político, económico y social firmado por la Nación, los mandatarios provinciales y líderes parlamentarios, aunque dejó sentada sus disidencias con uno de los puntos del documento que estableció un nuevo cronograma electoral. Marín era uno de los gobernadores que, junto con sus pares de San Luis, Alicia Lemme; La Rioja, Angel Maza, y Salta, Juan Carlos Romero, no había suscripto el documento de doce puntos con el que la Casa Rosada busca mostrar el consenso político que reclama el FMI para llegar a un acuerdo con Argentina. Marín envió, a través de un fax dirigido al Ministerio del Interior, su adhesión al acuerdo, en el que manifestó sus "disidencias" con el quinto punto del documento, que fijó la nueva fecha de elecciones generales para el 27 de abril próximo y la eventual segunda vuelta para el 18 de mayo. Claro que, para que el acuerdo se concrete en la práctica, el Congreso de la Nación deberá aprobar varios temas reclamados por el FMI que están contenidos en el documento. Por su parte, el diputado Melchor Posse, compañero de fórmula del precandidato del PJ Adolfo Rodríguez Saá, cuestionó la decisión del presidente Eduardo Duhalde de postergar para el 27 de abril los comicios generales y reclamó "elecciones ya". Desde el riñón del adolfismo, Lemme (gobernadora puntana) sostuvo que "no es serio para la Argentina ni para el mundo que un país no tenga fecha cierta de elecciones o las esté cambiando a cada momento". En tanto, el partido Acción por la República (AR), fundado por Domingo Cavallo, podría no presentarse a la primera vuelta de los comicios presidenciales, según manifestó su presidente, César Albrisi. "No nos contagiaremos con la confusión de las internas ni con las idas y vueltas del proceso eleccionario", expresó el dirigente cavallista.
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