Año CXXXVI
 Nº 49.669
Rosario,
jueves  21 de
noviembre de 2002
Min 16º
Máx 24º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La economía mal entendida

Alberto Serra / La Capital

Para armar una reunión hípica en el Independencia se publica con suficiente antelación una cartilla de llamado a inscripción para diez carreras, aunque en definitiva se corran solamente ocho pruebas. Para la reunión del próximo domingo, jornada Nº 19, la inscripción tuvo características similares a las habituales, pero a la hora de armar el programa se empleó un criterio distinto. Parece que por una orden que bajó desde la Comisión de Carreras, los funcionarios debieron desechar el turno Nº 2, que había quedado con diez inscriptos, para dejar en el programa el turno Nº 9.
Buscando la explicación a este criterio que va directamente en perjuicio del espectáculo, y luego de algunas consultas informales, llegamos a la conclusión de que se buscó exclusivamente perjudicar a ¡propietarios que habían preparado sus ejemplares para esa carrera!...
Es que el turno Nº 2, una carrera "oficial" (computable para los registros del Stud Book), sobre 1.200 metros, mientras que el turno Nº 9 es una prueba "oficial" sobre el recorrido de 1.000 metros, pero no se respetó el orden como se venia haciendo en ediciones anteriores. Es evidente que alguien pensó que, pese a tener más inscriptos y ser de mayor distancia, las apuestas de la prueba Nº 2 no compensarían la diferencia o se pensó en perjudicar algún stud en particular. Se sacrificó el espectáculo y las pretensiones de los propietarios de caballos, que son los verdaderos inversores del turf. La reglamentación que venía aplicando la Comisión de Carreras disponía reuniones de ocho carreras (las ocho primeras de cada llamado a inscripción) quedando las dos restantes como eventuales suplentes, si alguna de las primeras no reunía un mínimo suficiente de inscriptos.
Resulta evidente que en este caso los directivos ignoraron el reglamento. No solamente porque incluyeron una prueba con muchos inscriptos, sino especialmente porque desecharon una carrera, con lo que significa para la campaña de un s.p.c. Tiempo atrás el titular de la Comisión de Carreras declaró a Ovación que si los ochos turnos reunían con todos los requisitos, con un mínimo de ejemplares inscriptos, no se iba a modificar o anular ninguno, desechando de esa forma las carreras suplentes. Porque así se cumpliría lo que especificaba el reglamento. Esta semana, sorpresivamente, se aplicó un criterio distinto, opuesto al reglamento, a la costumbre, y fundamentalmente, a los intereses del turf, ya que se anuló una carrera oficial para reemplazarla por una que reunía más números de competidores.
Esta disparidad de criterios confunde a todos. En especial a los entrenadores, que cuando reciben una cartilla de llamado a inscripción, deducen la cantidad de posibles participantes de cada turno de acuerdo al parque caballar existente, y deciden en consecuencia para qué distancia preparar a sus pupilos. Por eso ha causado mucha irritación este manejo del reglamento a gusto y placer de los dirigentes. Pero además perjudica a los propietarios, que bastante trabajo tienen para amortizar lo que invierten en la compra y el entrenamiento de los sangre pura, como para sufrir también la "poda" de carreras establecidas para cada reunión.
Sería bueno que la Comisión de Carreras aclare rápidamente si la decisión adoptada esta semana fue excepcional y qué motivo dicho cambio, o si en el futuro se seguirán ignorando las disposiciones, creando inseguridad a los cuidadores y propietarios. Lo que no sería bueno para la convocatoria a inscripción de las próximas programaciones del Independencia.


Notas relacionadas
Menditeguy: "El turf es más que una apuesta"
San Isidro: Montecarlo II se impuso con suma facilidad
Turf: Sobresalen Squally y Symbolic en La Plata
Casilda: Anotan para el 1º de diciembre
Diario La Capital todos los derechos reservados