En un escenario conocido, donde hace seis meses protagonizó un estrepitoso fracaso en la Copa del Mundo, Argentina puso en marcha ayer la segunda parte del ciclo Bielsa con un cómodo triunfo por 2 a 0 sobre Japón, un rival entusiasta que claudicó ante la mayor categoría del seleccionado albiceleste.
Si bien el compromiso con los japoneses estaba pactado desde mediados de año, se podría decir que Argentina eligió un rival livianito para comenzar un camino que tiene como premisa retomar la confianza y generar un clima de trabajo confiable de cara a la Copa del Mundo de Alemania 2006.
Tras un primer tiempo en el que los albicelestes repitieron errores que supieron pagar caro en el Mundial, cambiaron la actitud en el segundo y resolvieron el pleito en dos minutos, con los goles de Juan Pablo Sorín y Hernán Crespo tras sendas jugadas generadas entre Juan Sebastián Verón y Ariel Ortega.
Más allá del triunfo, la imagen más importante que dejó el partido en el Saitama Stadium, escenario de la presentación en sociedad de la segunda parte del ciclo Bielsa, es que Argentina aún acusa el golpe que recibió en el Mundial, aunque a su favor se destaca que tiene el antídoto a mano para sanar sus males.
En la etapa inicial el paso cansino de la Brujita Juan Verón no alcanzó para sorprender a los nipones y Argentina se debatió en intentos que jamás pudo concretar. A tal punto que se fue al descanso sin haber generado demasiado peligro.
Entre la velocidad sin precisión de los japoneses, quienes no contaron con cuatro de sus jugadores titulares, sumada a la actitud argentina de esperar y salir sin el cambio de ritmo necesario para generar situaciones de gol ante el arco defendido por Seigo Narasaki, el primer tiempo se consumió rápido y sin emociones.
Japón, orientado por Masakuni Yamamoto, reemplazante ocasional del brasileño Zico, quien se encuentra Brasil tras el fallecimiento de su madre, generó la situación más clara de la etapa con una acción de Takahara.
En tanto, Argentina contó con el empuje de Sorín, aún muy lejos del nivel que solía mostrar antes del Mundial, pero útil para emparejar las acciones y generar un par de tiros de esquina que no pudieron ser capitalizados.
En la única situación clara, a los 43 minutos, Sorín sacó un potente remate desde afuera del área que provocó una gran atajada de Narasaki para desviar la pelota al tiro de esquina.
La reacción argentina llegó en el segundo tiempo, cuando en dos minutos se juntaron Verón y Ariel Ortega para definir el partido y sentenciar el pleito ante un rival que se resignó fácil y no esbozó siquiera una protesta futbolística.
Al minuto Verón ejecutó rápido un tiro libre para Ortega y el Burrito asistió a Sorín, quien definió de media vuelta y superó la resistencia del arquero Narasaki.
Enseguida llegó el segundo gol, con otra habilitación de La Bruja para Ortega, quien envió un centro exacto para la aparición de Crespo, cuyo frentazo cruzado se transformó en el 2-0 y aseguró el resultado.
Crespo cumplió con su cuota y se espera que, a fuerza de goles, se quede con el lugar que ocupó durante una década el artillero histórico de los seleccionados nacionales, Gabriel Batistuta.
Cuando ingresó Javier Saviola, intentó juntarse con Verón, aunque sus pretensiones fueron abortadas por los defensores japoneses y su repertorio quedó para otra ocasión.
Japón, a esta altura sin el zurdito Nakamura, no puso en apuros a la defensa albiceleste, más allá de un par de centros cruzados, y Argentina se sintió cómodo en ese contexto, tanto que dejó de llegar al arco nipón. (Télam)
Síntesis
Japón 0: Narasaki; Narahasi (61' Yamada), Akita, Matsuda y Nakanishi; Ogasawara (66' Endo), Fukunishi, Nakata y Nakamura (58' Santos); Takahara y Suzuki (54' Nakayama). DT: M. Yamamoto.
Argentina 2: Cavallero; Quiroga (84' Pochettino), Ayala y Samuel; Zanetti, Almeyda y Sorín; Verón; Ortega (72' Saviola), Crespo (82' Solari) y Claudio López (64' C. González). DT: Marcelo Bielsa.
Cancha: Saitama Stadium.
Arbitro: Mane Saad Kameel (Kuwait).
Goles: 46' Sorín y 48' Crespo (A).
Incidencias: No hubo.
La Ciudad
