Al menos ocho de cada diez adolescentes rosarinos no participan de ninguna actividad social, por lo que sólo concurren a la escuela y ven con pesimismo su futuro. Tienen más esperanzas de conseguir un trabajo en el exterior que en Argentina, señalan a la corrupción como la principal causa de la crisis actual, descreen de las instituciones políticas y de la dirigencia y son muy pocos los que se postularían en el futuro para ocupar algún cargo público.
Los datos se desprenden de una encuesta realizada por el Grupo Joven del Foro Regional Rosario a 600 alumnos de entre 16 y 18 años que cursan el último año del polimodal de escuelas públicas y privadas de la ciudad.
El trabajo se realizó entre el 23 de septiembre y el 23 de octubre de este año y los encuestadores recorrieron 52 escuelas de diferentes sectores de Rosario. La encuesta arrojó diferentes resultados entre los que se destaca la casi nula participación social de los adolescentes.
"En realidad entre los chicos hay como una especie de apatía generalizada y prácticamente no participan en ninguna actividad social", aseguró María Emilia Ruggeri, una joven estudiante de Ciencia Política que integró el equipo que llevó adelante la investigación.
Es más, esta "decepción" se traduce en "falta de esperanzas" de integrarse al mercado laboral, por lo que más de la mitad de los encuestados consideró que sólo en el exterior podrá conseguir un trabajo que le guste. "Simplemente se quieren ir, están decepcionados", subrayó Ruggeri.
Sólo a la escuela
Es que los datos asombran. Los chicos admitieron que prácticamente no concurren a otro lado más que a la escuela, por lo que el club dejó de ser un lugar convocante como lo era antes.
De los pocos que sí admiten tener una participación social, la mayoría la desarrolla en la Iglesia. Se trata básicamente de jóvenes que concurren a grupos parroquiales y de catequesis. El club se ubica en tercer lugar, compartiéndolo con las organizaciones juveniles.
Pero la participación en general es tan escasa que hasta los propios encuestadores se sorprendieron al encontrar muy pocos centros de estudiantes en las diferentes escuelas. "Prácticamente no existen, y de los pocos que hay, la mayoría pertenecen a escuelas privadas", destacó uno de ellos.
Mirando a Ezeiza
Cifras que golpean. Casi el 60 por ciento de los chicos que fueron consultados sobre su inmediato futuro laboral, no dudó en admitir que tendrá escasas oportunidades de conseguir un trabajo al finalizar los estudios. Es por esto que la idea de emigrar seduce prácticamente a la mitad, por lo que ven con buenos ojos la posibilidad de irse del país.
A este pesimismo generalizado se suma una profunda decepción por la política. Se manifiestan defraudados, enojados y hasta cansados. Es más, siete de cada diez de ellos aseguraron que nunca se postularían a un cargo público.
Critican abiertamente a la corrupción y el 15 por ciento de ellos considera que la crisis por la que hoy atraviesa el país es fundamentalmente de índole moral.
Están convencidos de que los dos principales problemas de la Argentina son la desocupación y la violencia, y en tercer lugar vuelven a centrar su interés en la corrupción.
En tal sentido, y a la hora de calificar de 1 a 5 la honestidad de los políticos, casi el 90 por ciento les otorgó un 1. Es más, la mayoría consideró que la función de las instituciones políticas es la de proteger los derechos y garantías constitucionales, pero prácticamente todos estuvieron de acuerdo en que ese rol no es cumplido por estos estamentos.
Tienen entre 16 y 18 años y constituyen las futuras generaciones de dirigentes, pero hoy no tienen vida social y sueñan con irse de Argentina. Mientras tanto, la sociedad sigue en crisis. Una crisis de tal magnitud que la psicóloga y coordinadora del Instituto de Adolescencia del Colegio de Psicólogos, Cecilia Pedro, no duda en afirmar que hasta los adultos hoy "han adolecido".