Año CXXXVI
 Nº 49.665
Rosario,
domingo  17 de
noviembre de 2002
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Los bañistas que coparon ayer el río adelantaron la temporada de verano

El calendario todavía no marca verano. Sin embargo, eso ayer le importó a muy pocos: la rambla Catalunya explotó de gente, parecía la Bristol en los eneros de esplendor. En este sector de la costanera -que lanzó la temporada este fin de semana- el que no estaba sumergido en el río, por lo menos se mojaba los pies. La Florida y el Banquito también estuvieron a full. No era para menos: a las 15, la temperatura trepó a las 32 grados, y la sensación térmica a 35.
En la rambla Catalunya se largó ayer oficialmente la temporada. Esto significa que hasta que termine el calor, en la zona de la costanera que está concesionada habrá guardavidas todos los días, de 9 a 20 aproximadamente.
Pero los bañistas no fueron ayer a la rambla precisamente por eso, sino porque estaban huyendo del calor.
"No se puede estar ni cinco minutos en la reposera, este clima es insoportable", se quejó Mariana, de 26 años, una de las personas que no es amante del río pero que ayer tuvo que refrescarse en el Paraná directamente por necesidad. Para no soltar números al azar pero con el fin de demostrar que este sector de la costanera estaba que explotaba, basta con un ejemplo: en algunas zonas había que caminar por la orilla -ya pisando el agua- porque en la playa las personas estaban prácticamente pegadas e imposibilitaban el paso.
Lo más alarmante fue que el guardavidas no estaba sorprendido: "Para ser noviembre hay mucha gente, pero suele venir mucha más en enero", comentó Daniel a este diario.

El mejor sábado
La Florida también fue invadida por los sofocados. Según informó el gerente del balneario, Héctor Beletti, "vinieron unas 3 mil personas. Fue el mejor sábado que tuvimos desde que empezó el calor", agregó. Y si de hablar de los bañistas se trata, Beletti aseguró que "la gente se mete al río, pero no se interna, sino que entra y sale del agua permanentemente".
La isla también se convirtió en un lugar ideal para la huida. Es que ayer no sopló el viento de los últimos fines de semana. El Banquito, por ejemplo, recibió a cientos de visitantes. La mayoría llegó en sus embarcaciones propias, y a pesar del calor, no dejó de lado el tradicional ritual del mate de la tarde.
La gente empezó a llegar a las playas desde la mañana, pero concentró a miles de personas a la tarde. Claro, hacía más de 30 grados de calor: a las 15, el termómetro marcó en Rosario 32 grados. Pero la sensación térmica fue peor aún: 35 grados a esa misma hora.
Quienes quieren repetir hoy la jornada de playa están rezando y practicando distintos rituales. Es que el pronóstico anuncia para hoy tormentas durante todo el día, aunque el calor seguirá agobiando: estiman que la temperatura mínima será de 20 grados, y la máxima, de 33.



En la costa norte casi no se podía caminar.
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