Carina Bazzoni / La Capital
"No creo que esta elección modifique el rumbo ideológico de la Iglesia argentina. Pero la característica más sobresaliente de (Eduardo) Mirás es la de hablar claro: la gente va a encontrar una persona que hablará sin pelos en la lengua". El análisis corresponde a Sergio Rubín, quien a horas de conocer la designación del arzobispo de Rosario al frente de la Conferencia Episcopal, analizó con La Capital el rumbo que Mirás puede imprimir a la Iglesia argentina. Para este especialista en temas religiosos, que desde el 76 sigue los pasos de la curia local, la elección del presidente de la conferencia fue "previsible" y, además, garantiza la línea que le imprimió el arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic. No obstante, pronosticó que Mirás "podría llevar a la Iglesia a sostener posiciones todavía más duras". -¿Sorprendió la elección de Mirás? -Tanto no. La última vez, Mirás estuvo muy cerca de acceder a la presidencia que se le escapó por un voto. Entonces, era una elección posible. Muchos apuntaron a Jorge Bergoglio (arzobispo de Buenos Aires) como candidato porque en este tiempo fue nombrado cardenal, tuvo algunos pronunciamientos fuertes en los Tedéum de la Catedral, y a pesar de su bajo perfil había crecido mucho. Pero también es cierto que Mirás había quedado muy cerca y, en realidad, subieron todos un peldaño: el vice primero pasó a presidente (en referencia a Mirás) y el segundo a vice primero (Bergoglio). -¿Fue una sucesión sin demasiados cambios? -Sí. Pero salió el presidente Karlic; él no está más en la cúpula. Así que cambios hubo. Lo que no creo que se modifique es el rumbo ideológico porque son todos más o menos de la misma línea: de gran preocupación social y de guardar una distancia prudente con los factores de poder. -Las mismas características que tuvo la Conferencia durante la presidencia de Karlic... -En este aspecto hay una continuidad. Ahora, en el caso de Mirás lo que se acentúa es el tema de hablar claro. Es un hombre que, en todos estos años, cuando desde la Conferencia había que hacer definiciones de algún tema de actualidad era el que hablaba. Por eso yo creo que lo que va a ocurrir es que viene una persona que va a hablar muy claramente de los problemas concretos de la gente. Que ha demostrado no tener pelos en la lengua para plantear las cosas. -¿Podría tener entonces una postura más crítica? -Sí. Creo que podría tener definiciones todavía más duras. -De todas formas, ¿se puede hablar de una puja de tendencias más conservadoras o más progresistas dentro de esta elección? -No. Las figuras no son más conservadoras, ni menos progresistas. Es una continuidad de la línea actual, quizás con un toque más de dureza. Pero el verdadero cambio se dio cuando asumió la presidencia Karlic. -¿Influyó en la elección el caso Storni? -No creo. -Porque Mirás fue el único que públicamente respaldó al ex arzobispo de Santa Fe... -Es cierto, pero la defensa la hizo en Santa Fe, y creo que a nivel nacional no tuvo una gran repercusión. Sus declaraciones no corrieron como un reguero de pólvora por todo el país. Es verdad que él asumió la defensa de Storni, que después renunció y la renuncia le fue aceptada. Pero evidentemente esto no influyó. -Mirás llega a la presidencia de la Conferencia Episcopal en un momento en que se conocen denuncias que comprometen a sacerdotes argentinos con temas de abuso sexual de menores, ¿su figura garantiza la cohesión interna que necesita la Iglesia? -Mirás es un académico, un doctor en teología. Nunca tuvo un perfil político, o al menos yo no se lo conozco. Pero evidentemente ha tenido muy buena relación con todos sus pares y ha sido muy reconocido desde siempre. Creo que eso lo muestra como una persona interesante y que podría contribuir a la unidad. Pero sobre todo, me parece que su principal característica es esa manera tan clara de hablar, sobre todo en los temas políticos y sociales. Y pienso que puede ser una linda primera espada en las discusiones nacionales. -En este sentido, ¿Qué puede aportar a la Mesa de Diálogo Argentino? -No sé. Creo que lo va a seguir alentando, no creo que lo deje caer. Lo que pasa es que esta mesa bajó en intensidad. Pero, al mismo tiempo, creo que si él tiene que plantear las cosas frente al gobierno o a quién sea lo va a decir con todas las letras. Y no va a renunciar al papel de la Iglesia de denunciar las cosas que le corresponden. -¿En la elección de un arzobispo de la provincia de Santa Fe puede haber influido la proyección de Reutemann a nivel nacional? -No veo una relación. Es una lectura muy política, podría cerrar, tener algún grado de lógica política, pero sería muy aventurado. Porque la carrera de Mirás no aparece de la noche a la mañana, ni surge ahora. -Ahora, volvamos al comienzo. ¿Por qué no se eligió a Bergoglio? -Es que los obispos son muy previsibles en Argentina. Mirás perdió por un voto la última vez. Lo más novedoso es la elección del vicepresidente segundo (el arzobispo de Corrientes, Domingo Castagna). Lo demás es previsible. -¿Cuál es el perfil de Castagna? -Similar al de Mirás, de preocupación social y de distancia de los poderes. Es una persona interesante y valiosa. Puede ser que Bergoglio haya sido visto con una posición más ortodoxa, más moderado en ciertas posturas -no en lo social porque también es muy crítico del neoliberalismo y del Fondo Monetario Internacional-, pero en otros aspectos aparece como más conservador. En este sentido daba más garantía de progresismo Mirás que Bergoglio.
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