Una de las grandes diferencias que Maximiliano Rodríguez notó en el plano futbolístico, está en la relación humana que se teje en los entrenamientos. "Acá, cuando uno viene al entrenamiento sabe que son dos horas de trabajo y después se va a la casa, en cambio en Argentina uno llegaba un rato antes o se quedaba más tiempo a charlar con los compañeros. Acá es mucho más profesional, donde se cumple con el horario de trabajo y se vuelve al hogar". Sin embargo, aclara: "La relación con mis compañeros es muy buena, siempre me han tratado muy bien. Además, los chicos argentinos (Martín Posse y Mauro Navas) me abrieron las puertas desde el principio y eso me ayudó muchísimo", resumió Rodríguez, quien admitió estar muy cómodo en España.
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