 |  | cartas Situación indignante
 | La falta de ética y respeto está a la orden del día. El día miércoles pasado concurrimos de urgencia con mi esposa al Hospital Italiano a llevar a nuestro hijo de 2 años, ya que repentinamente tuvo un cuadro febril con vómitos. Justamente los días martes y viernes atiende consultas su médico. Como no tenía turno, en estos casos lo atiende con sobreturnos. Al ingresar, la empleada de recepción atendió nuestra consulta con mala educación, sin siquiera recibirnos la credencial de obra social, contestando de pésima manera que le preguntáramos al médico si era posible atender a nuestro nene. Masticando bronca, decidimos esperar. El doctor, al salir de su consultorio, nos respondió que no podía atendernos porque a las 20 lo "esperaba su familia" y nos derivó a la guardia médica. Estaba visiblemente apurado y evidentemente no tuvo ningún interés en la atención de la criatura. Con mucha indignación nos retiramos del Hospital preguntándonos con mi esposa donde está realmente el servicio de salud que todo profesional debe brindar, su ética y su respeto hacia los pacientes. No era un horario descabellado, ni tenía más pacientes en espera, aunque esto tampoco sería excusa. Realmente, nunca esperamos esta situación. El pediatra debe ser de máxima confiabilidad y servicio hacia sus pacientes, esa es nuestra idea. Nos parece más que desafortunada la reacción de dicho pediatra, el cual nos parecía muy buen médico y nutricionista pero dejó de serlo a partir de ese día, ya que las cualidades humanas van en sintonía con las profesionales, si alguna de las dos falla arrastra a la otra. Por supuesto, ya hemos cambiado de pediatra. Aunque seguramente a este doctor no le interese. Daniel De Agazio
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