El presidente Eduardo Duhalde dejó ayer plantado al ex jefe del Estado y actual precandidato Carlos Menem en los tribunales, al no asistir ni enviar representante alguno a la audiencia de conciliación convocada por la jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría, en el marco de la complicada interna justicialista.
"No vinieron", fue la escueta frase que soltó Menem en los pasillos de Comodoro Py 2002, ante un grupo de dirigentes y legisladores que apoyan su candidatura, cuando salió del despacho de Servini de Cubría para dirigirse al baño tras esperar a Duhalde durante cuarenta minutos.
A primera hora de la mañana, Duhalde presentó un escrito en el que le comunicó a la jueza que él había renunciado a los cargos partidarios el último 8 de enero y que el nuevo presidente del congreso del Partido Justicialista era Eduardo Camaño, por lo que justificó así su faltazo a la audiencia de conciliación.
Sin embargo, Servini de Cubría le respondió de inmediato a través de un oficio que toda la batalla legal se remonta al congreso partidario del 10 de noviembre de 2001, en Lanús, y que en ese momento él era su titular y Menem, el presidente del consejo nacional del PJ.
La magistrada le aclaró entonces al presidente (según relataron fuentes cercanas al juzgado) que por eso citó a él y a Menem, y a "ninguna otra persona más", motivo por el cual tampoco fue Camaño.
El ex presidente llegó al despacho de la jueza acompañado por el gobernador de La Pampa y actual titular del consejo del PJ, Rubén Marín, minutos antes de las 11, hora fijada por la jueza para la audiencia, mientras amenizó la espera con café y agua mineral.
Servini de Cubría aguardará, entretanto, a que el fiscal Jorge Di Lello pida una nueva audiencia de conciliación.
El compañero de fórmula de Menem, Juan Carlos Romero, se lamentó de que "se haya perdido esta oportunidad" para alcanzar un acuerdo, al seguir apostando a la vía judicial y en contra de la resolución que tomó el congreso partidario del último martes en Parque Norte de convocar a internas para el 19 de enero.
En busca de congresales
Voceros menemistas comenzaron, por su parte, a "tantear" a los congresales que asistieron a la reunión de ese cuerpo y, según dijeron, "no todos están conformes" con lo que se votó allí.
En un velado intento por desarmar el frente de Duhalde y sus aliados, los menemistas están buscando ahora que los congresales definan una postura "sin presiones" sobre la interna del PJ, que le serviría, a su vez, de plafón a los gobernadores para hacer lo propio y no quedar "enredados en el juego" de la provincia de Buenos Aires.
Romero sostuvo, por otra parte, en reiteradas oportunidades, que el menemismo va a acatar "todos los fallos de la Justicia" relativos a la complicada interna que vive el peronismo.
"Lamento que se haya perdido esta oportunidad de que se cumpla con la decisión judicial y que a partir de la presencia de quienes fueron citados se hubiera podido llegar a un acuerdo", señaló el gobernador de Salta.
Por su parte, la diputada menemista Lelia Chaya, visiblemente molesta por la ausencia del duhaldismo, acusó a ese sector de "mostrar indiferencia ante una citación de la Justicia", por lo que -dedujo- "no respetan las instituciones".
Chaya fue una de las legisladoras que acompañó a Menem, junto con sus colegas Marta Alarcia y Claudio Sebastiani, además de una decena de dirigentes justicialistas, entre los que sorpresivamente se encontraba el precandidato presidencial Juan Mussa.