Año CXXXV
 Nº 49.649
Rosario,
viernes  01 de
noviembre de 2002
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Una brigada de Control Urbano despejó la zona y la mantiene custodiada
La Intendencia retiró a los artesanos que copaban plaza Pringles
Empresarios y negocios del paseo del Siglo plantearon sus quejas. Buscan preservar el área central

Lucas Ameriso / La Capital

La Municipalidad retiró a los artesanos y vendedores ambulantes que ofrecían sus productos en la plaza Pringles. La decisión se basó en los reiterados pedidos de los negocios y centros comerciales ubicados en las cercanías. Inspectores de la Dirección de Control Urbano custodiaban ayer la vereda de Córdoba al 1500, donde se habían instalado los artesanos, para evitar su relocalización. Funcionarios, concejales y dirigentes empresariales coincidieron en la necesidad de preservar el área central de la ciudad, de cara a su revitalización.
La postal de la coqueta plaza ubicada en el corazón del Paseo del Siglo había cambiado su fisonomía. Es que sobre el sector de calle Córdoba se había formado una feria de venta de productos artesanales y no tanto. En su reemplazo, ayer podía verse a empleados municipales recorriendo celosamente la cuadra, con actitud vigilante.
"Fuimos con la policía y los retiramos del lugar. A plaza Pringles no vuelven porque este sector debe estar liberado para el espacio público", indicó el director de Control Urbano, Ubaldo Modarelli, en relación al operativo realizado anteayer.
El Ejecutivo había recibido pedidos para que los artesanos y vendedores ambulantes no continúen en la plaza. Uno de los reclamos provino de la Asociación Empresaria de Rosario. Su titular, Elías Soso, explicó a La Capital que "la ciudad no puede transformarse en un mercado persa. Hay que terminar con el caos y la anarquía que le significa a un transeúnte el estar eludiendo estos lugares", aseguró.
Según reveló Modarelli, la plaza debió ser despejada en diversas oportunidades ante la ocupación indebida de la vereda. "Se les dio la oportunidad de correrse y no lo aceptaron. Incluso se les secuestró mercadería", apuntó el funcionario para recordar que "muchos de ellos no pasaron la preselección de artesanos que integran las ferias organizadas por la Secretaría de Cultura".

Reunión sin resultados
Un grupo de artesanos que copaban la plaza se reunieron ayer con inspectores municipales para evaluar una solución conjunta a su futuro, pero el resultado fue nulo.
"Nos demandaron un lugar para ejercer este rubro, pero a su vez volvieron a pedir sitios que resultan imposibles", dijo Modarelli. En rigor, el listado incluye cuatro plazas: la 25 de Mayo (frente al Palacio de los Leones), la San Martín (delante de la sede local de Gobernación), otra vez la Pringles y por último la Montenegro (San Luis y San Martín).
"Una plaza está destinada al uso colectivo, y por lo tanto no pueden regresar. Sin embargo, desde Control Urbano hemos sugerido que se muden a los barrios a donde existen más posibilidades, más espacio y hasta incluso pueden captar mayor actividad comercial", apuntó el funcionario.
Soso apuntó a la preservación de los denominados shoppings a cielo abierto. Por eso se mostró proclive a "no permitir que en el centro haya vendedores ni ocupaciones de centros estratégicos de la ciudad. Tenemos sensibilidad social y por eso ofrecemos alternativas. Pero, cómo se le explica a un comerciante que paga 3 mil pesos de alquiler en pleno Paseo del Siglo que al lado de su negocio le pueden instalar un puesto ambulante".
Para el dirigente empresarial la venta de artesanías en la plaza Pringles "le da una mala imagen a Rosario", pero propuso como contrapartida la reubicación estratégica de los vendedores callejeros y artesanos.
"Deberían trabajar en nuevos focos de venta. Por ejemplo, en zonas donde funcionan los distritos descentralizados, de modo que ofrezcan sus productos sin perjudicar al entorno", agregó.

Mediación del Concejo
El Concejo Municipal también fue la caja de resonancia de esta problemática. Anteayer, el radical Pablo Javkin acudió al pedido de los artesanos al momento en que iban a ser desalojados de Córdoba al 1500.
"Todo este problema comenzó en la zona peatonal y se trasladó a la Pringles. Como vimos que a esta gente la iban a demorar en la seccional, hicimos una mediación para ver si pueden trabajar en algún lado".
De todos modos, Javkin aclaró que no está en defensa de los vendedores ambulantes "pero sí se debe garantizar un espacio para los artesanos. No sé si la plaza es la mejor ubicación, a lo mejor se les permite trabajar frente a las sucursales bancarias, fuera del horario de actividad financiera", resumió.



Control Urbano se encarga de la custodia de la plaza. (Foto: Marcelo Bustamante)
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