Parece que Leonardo Ponzio ya hizo catarsis. Los días cicatrizaron gran parte de las heridas que le provocó la silbatina -insólitamente estruendosa- que le ofreció la hinchada rojinegra tras la magra actuación ante Olimpo. "Me dolió, pero a la vez me dio fuerzas porque tengo la revancha ante Racing. Sé que lo puedo revertir y además me siento muy tranquilo porque tengo el respaldo de mis compañeros. A lo mejor estos dos partidos fuera de casa pueden venir bien si sacamos buenos resultados", especificó el ahora volante por derecha rojinegro. "Me hicieron muy bien las palabras del técnico porque él estuvo al frente de grandes grupos y conoce cómo debe manejarse en este tipo de situaciones. Siempre hay aplausos y silbidos. Lo más importante es que adentro de la cancha nos defendamos todos juntos". -¿Cuánto influyó tu posición en la cancha para que los hinchas te tomen de punto? -Nada. Jugué muchas veces por la derecha. Quizás no lo haya hecho bien, pero voy a poder. -Es que los cambios posicionales se sienten más cuando el rendimiento colectivo no es el mejor. -Puede ser, pero lo primero que se me ocurre es decir que ya me siento conforme con estar entre los once. Es la principal aspiración. -¿Estás sorprendido por lo que pasó? -Sí. Quizás sea porque no pensé que los silbidos iban a ser tan directos hacia mí. Se ve que estoy haciendo las cosas mal y el hincha lo piensa así. -¿Qué creés que significa ese mensaje de la gente? -Me gustaría que cada vez que me ven jugar digan que dejo todo. Pero siempre existen los que te aprueban y los que no. Hay que buscarle la vuelta para tomarlo de la mejor manera. -Nadie puede recriminarte que dejás todo en la cancha. -Lo que pasa es que si no hacés bien las cosas, lo mínimo que corresponde es correr y meter. -¿Encontraste un término medio entre trasladar y marcar? -Los jugadores de fútbol están obligados a adaptarse a todas las situaciones. Ahora me toca un poco más llevar la pelota, conducir. Pero estoy tranquilo porque sé hacerlo. Es una posición que conozco. Lo importante es, mal o bien, ir siempre para adelante.
| |