Diego Veiga / La Capital
En un intento por frenar la ola de desmanes y depredaciones que viene sufriendo el parque Independencia, la policía reforzará el operativo de seguridad que se está instrumentando desde hace dos semanas y destacará personal de la Brigada Motorizada no sólo durante el día, sino durante toda la noche. Así se lo decidió ayer el delegado del Ministerio de Gobierno en Rosario, Guillermo Pidone, tras reunirse con los integrantes de la Asociación Amigos del Parque Independencia. La seguridad de la zona quedará entonces en manos de cuatro uniformados motorizados y dos jinetes que se sumarán los fines de semana, a quienes secundarán operativamente los móviles del Comando Radioeléctrico. Pidone y los guardaparques se reunieron ayer en la sede local del Ministerio de Gobierno para analizar las virtudes y falencias del operativo de seguridad que se viene desplegando en la zona desde hace dos fines de semana. Según detalló el presidente de la Asociación Amigos del Parque Independencia, Adrián D'Alessandro, "el despliegue que viene realizando la policía es muy bueno durante el día, pero en la noche se detectan algunas falencias". A su entender, cuando cae el sol el parque presenta algunas "zonas calientes" por las que se hace muy difícil transitar. Los guardaparques le entregaron a Pidone un "protocolo de seguridad" en el que detallaron algunos de estos puntos débiles. "Se trata de un escrito en el que subrayamos cuáles son los sectores más complicados en materia de seguridad y dónde debe reforzarse el patrullaje", señaló. En este escrito, los Amigos del Parque hicieron hincapié en que "los máximos inconvenientes se dan durante la noche" y solicitaron la instalación de una garita policial fija en el lugar. Lo cierto es que la policía había decidido incrementar la seguridad del parque hace dos fines de semana y emplazó en el lugar dos motos que patrullaron durante el día, un móvil del Comando Radioeléctrico que se hizo cargo de la seguridad durante la noche y dos efectivos a caballo que se sumaron los sábados y domingos. Ahora, y luego de evaluar ayer los alcances de este operativo junto a los guardaparques, se decidió reemplazar el patrullero por otras dos motos. "Son vehículos más ágiles que se adaptan mejor a la geografía del lugar", se aseguró. De este modo, se intenta poner fin a la ola de delitos y desmanes que se registra en la zona desde que la Municipalidad decidió dejar de pagar el servicio adicional de custodia que brindaba Gendarmería Nacional. D'Alessandro aseguró que "lo que se aspira es a volver a tener una seguridad como la que había". No obstante, subrayó que "la presencia de las motos en los últimos días fue muy efectiva y logró frenar en parte los arrebatos y depredaciones que se hacen en las fuentes". Según detallaron los guardaparques en el escrito que le presentaron ayer a Pidone, "los tipos de incidentes y problemas que se dan en el sector varían de acuerdo a las horas del día". Así, durante horarios diurnos "el principal inconveniente lo ocasionan bañistas que se arrojan a las fuentes y producen distintos desmanes". De noche, en tanto, la situación cambia drásticamente.
Drogas y prostitución "Durante la noche es posible ver en el parque prostitución de todo tipo -advirtió D'Alessandro-; la zona roja por excelencia está en las cercanías del hipódromo". Además destacó que "hay vastos sectores en los que algunos grupos de personas se juntan a consumir drogas". Según lo detalla el protocolo de seguridad, las áreas más críticas del parque son tres: la zona del palomar, las inmediaciones del Hipódromo y el sector que se extiende detrás del Museo de la Ciudad. Por eso insistieron ayer con su planteo para que se destaque en el lugar una garita policial fija, solicitud que deberá definir en los próximos días el propio ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo. Por ahora, y en un intento por acelerar la decisión del funcionario, los guardaparques ya comenzaron a reparar una de las garitas que utilizaba Gendarmería y hasta se ofrecieron a hacerse cargo de los costos que demande destinar personal a ese lugar. "Le ofrecimos a Pidone hacernos cargo del gasto de combustible de las motos", aseguró D'Alessandro. A su entender, la presencia de la garita fija es "fundamental" para frenar los delitos. "Lo que sucede es que al no estar apostados permanentemente en un sector, hay actos de vandalismo que aún se siguen produciendo pese al aumento de policías en la zona", subrayó. Según informó, "hace una semana se robaron un reflector que iluminaba el busto de Julio A. Roca -frente al Museo Histórico- y un día antes desaparecieron ocho lámparas en la isla sur del laguito". Por ahora, la seguridad se vio reforzada y la ola de inseguridad que se paseaba por el lugar parece querer empezar a replegarse.
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