"Los médicos dijeron que nació de nuevo o que se ganó el Quini 6", expresó un familiar de Stella Carlastrini en la vivienda donde la mujer baleada guarda absoluto reposo con una bala alojada entre la pelvis y la ingle. Por el momento los médicos decidieron esperar para extraerla "A lo mejor voy a tener que acostumbrarme a vivir con ese plomo en el cuerpo", dice con resignación Stella junto a Matías, su hijo de 10 años al que había ido a buscar a la casa de un amiguito cuando recibió el balazo. La víctima tiene otras dos hijas de 22 y 26 años y maneja un negocio ubicado a pocos metros de donde la balearon. Stella está un poco más tranquila, pero no puede dejar de pensar en Mariela Mauro, su vecina que también resultó herida en calle Arijón y se encuentra internada en el Clemente Alvarez. Las dos estaban a pocos metros una de otra y sus hijos no fueron alcanzados por los proyectiles de casualidad. "Yo les pido a todas las personas que andan armadas por la calle que mediten. No pueden salir a disparar por cualquier motivo. Eso es algo irracional", sostiene.
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