Año CXXXV
 Nº 49.648
Rosario,
jueves  31 de
octubre de 2002
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Demencial incidente de tránsito frente a un negocio de barrio Las Delicias
Un conductor terminó a tiros una riña con otro y baleó a dos mujeres
Disparó al menos seis veces con un arma de guerra. Hirió a una en la ingle y a otra en el tórax

Ariel Etcheverry / La Capital

"Al hombre que hizo esto le pido que medite porque pudo destruir a dos familias". Stella Carlastrini está recostada en una reposera, tapada con una frazada y rodeada de sus seres queridos en la tranquilidad de su hogar. El tono de su voz es bajo, pero firme. Tiene que guardar absoluto reposo por varios días porque tiene un proyectil calibre 40 alojado en la ingle. El susto ya pasó para ella, pero no para su vecina Mariela Mauro, quien ayer se encontraba internada en el Clemente Alvarez con un balazo en el tórax. Ambas mujeres fueron baleadas en un episodio tan insólito como irracional: dos hombres, primero, discutieron por un incidente de tránsito. Después, uno de ellos desenfundó una poderosa arma de guerra y disparó a mansalva contra su oponente en pleno centro comercial del barrio Las Delicias.
Fueron al menos seis disparos que pudieron transformar avenida Arijón entre Cereseto y Ovidio Lagos en el escenario de una tragedia. La policía secuestró en el lugar tres cápsulas percutadas y un plomo. "Si a todo eso le sumamos las balas que pegaron en cada una de las víctimas estimamos que fueron por lo menos seis disparos", comentó un oficial de policial. Todo sucedió a las 19.15 aproximadamente y a esa hora Stella esperaba a su hijo de diez años que salía de la casa de un amiguito y Mariela caminaba, haciendo compras, por la vereda acompañada de su hija de dos años y su suegra. A esa hora, toda Arijón tiene sus comercios abiertos y por allí circula gran cantidad de personas a pie y también en vehículos.
Según fuentes policiales todo comenzó unas cuadras antes. Algunos testigos aseguraban ayer que todo se inició a la altura de Alvear cuando el conductor de un Ford Fiesta color azul y Luis Alberto Gómez, quien manejaba una vieja camioneta Ford Apache, tuvieron un primer encontronazo por una cuestión de tránsito menor. Ambos automovilistas iban por el mismo carril de Arijón en dirección al oeste.
Un vocero de la seccional 21ª, en cuya jurisdicción se produjo el episodio, contó a este diario que todo comenzó cuando el hombre del Fiesta intentó estacionar y el utilitario lo tocó en uno de sus laterales, provocando la rotura del espejo retrovisor de una puerta. Así comenzó una discusión con insultos y amenazas de muerte que se trasladó hasta el frente de un supermercado ubicado en Arijón al 2700. Según testigos, ambos conductores se gritaban mutuamente cada uno desde su vehículo.
Así llegaron hasta Arijón al 2600, donde funciona un supermercado. Allí, frente a algunos empleados y clientes que se quedaron estupefactos ante la escena, Gómez frenó de golpe su camioneta e hizo que el Fiesta lo chocara desde atrás. Entonces, el chofer de la Apache bajó de la cabina, fue a increpar al del auto y le aplicó un patada en la puerta. Fue en ese momento en que este último, sentado frente al volante, esgrimió un arma de puño y encañonó a Gómez. "Dale dispará, se nota que no me conocés", le dijo el dueño de la pick up antes de volver a subirse e intentar reiniciar la marcha hacia Ovidio Lagos.
Y enseguida ocurrió lo peor. El hombre del Ford Fiesta comenzó a disparar indiscriminadamente su arma contra la camioneta y dos balas alcanzaron a Stella y a Mariela, que estaban paradas a mitad de cuadra de Arijón entre Cereseto y Lagos frente a una tienda y a una verdulería. Las mujeres fueron asistidas por los comerciantes y vecinos. Gómez, al escuchar los disparos detuvo la marcha mientras que el agresor escapaba a toda velocidad. Una fuente policial indicó que el atacante salió directamente hacia el oeste, pero otros testigos dijeron que giró por Cereseto hacia el norte. Hasta anoche no habían surgido pistas firmes sobre su paradero.
"Los testigos vieron claramente el auto y el color, pero no la patente. Va a ser muy difícil buscarlo. Algunos vieron que tenía un abollón en una puerta y por eso intentamos rastrearlo por el Sideat (Sistema de Denuncias de Accidentes de Tránsito), pero todo fue negativo", comentó un vocero de la 21ª. En cuanto a las cápsulas encontradas en la calle pertenecen a una pistola calibre 40, un arma considerada de guerra y que requiere permiso de portación y uso especiales, además de poseer un poder de fuego muy importante.



El hijo de Stella muestra la placa donde se ve la bala. (Foto: Gustavo de los Ríos)
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