Después de años de reconversión en los que vio cerrar centenares de fábricas, perder miles de puestos de trabajo y convertirse en capital de la desocupación, Rosario vive una incipiente reactivación del empleo. Así lo muestran el superávit de más de 3.300 puestos relevados por la Secretaría de Trabajo en los últimos cuatro meses, un incremento proporcional del empleo no registrado, así como el fuerte aumento y la diversificación de la demanda de mano de obra que se observa en los avisos clasificados (ver aparte).
"Lo peor ya pasó, la tendencia se está revirtiendo a pasos acelerados, aunque todavía hay asimetrías violentas", aseveró a La Capital el secretario de Trabajo santafesino, Oscar Ercoli. El optimismo del funcionario tiene que ver con que desde julio a octubre se perdieron 5.475 puestos de empleo, pero se ganaron 8.812, lo cual arroja un saldo a favor de 3.337 nuevos. Si bien la cifra no aparece como exorbitante marca un resultado positivo.
Algunos ejemplos son esclarecedores. La construcción, considerada madre de todas las industrias como generadora de mano de obra y motor de otros sectores, 1.077 puestos en el primer semestre, mientras que a partir de julio la diferencia entre los puestos ganados y los perdidos fue de 200 en positivo. Poco, pero alentador respecto a lo que se venía dando.
Otro dato de importancia es que entre julio y octubre se presentaron con procedimiento de crisis 43 empresas, que afectan a 700 trabajadores, mientras que en el primer semestre del año esta situación afectó a 372 firmas, con su consecuente secuela de despidos, reducción del horarios o suspensiones de las jornadas laborables, sufridas por 5 mil empleados.
Si bien el balance final del primer semestre del año arrojó también un saldo positivo, con 1.640 ingresos de personal de diversos gremios (se ganaron 12.400 y se perdieron 10.760) fue en mayo cuando la caída del empleo se frenó por primera vez. Y a partir de julio el crecimiento fue mucho mayor, con un promedio de 900 puestos ganados por mes.
En ese marco, las industrias ligadas a la exportación llevan la delantera e incluso en los primeros seis meses del año fueron más los operarios y empleados tomados que los despedidos. La alimentación, la carne, los ruralistas y portuarios aumentaron sus plantas de personal. La industria de la carne empleó, en el primer semestre del año, a 367 operarios, contra 116 despidos (251 a favor) mientras que en este cuatrimestre arroja un balance a favor de casi cien empleados.
Pero dentro del rubro de los servicios también hubo un crecimiento considerable de la demanda de puestos de trabajo. El área de vigilancia encabeza la lista, y le siguen los camioneros, garagistas, choferes de colectivos, gastronómicos, la sanidad y viajantes.
"No es para tirar manteca al techo, pero hace cuatro meses todo iba para atrás; ahora, si bien se siguen perdiendo algunos puestos, la tendencia es positiva", destacó Ercoli.
Pero estos datos contemplan sólo el empleo formal en la ciudad. El funcionario afirmó que tanto desde la Nación como en la provincia se está detectando un importante crecimiento del trabajo en negro, que en los últimos tiempos estimaban en un 40 por ciento del empleo a nivel nacional. "Para fin de año vamos a hacer operativos agresivos en todo el país para frenar el trabajo irregular", anunció, y agregó que ya se está elaborando un plan junto con el Ministerio de Trabajo de la Nación.
La directora local de Trabajo, Silvia López, advirtió que "la ciudad pudo haber colapsado", en referencia a los primeros meses del año. "A lo mejor, quien todavía no tiene trabajo no puede vislumbrar que hay una mejoría", agregó, pero destacó la tendencia positiva y afirmó que en el conjunto del sur provincial también los índices de empleo van en rápida alza.
"Fue terrible -recordó López-, sólo en marzo hubo 180 procedimientos de crisis, a los que tuvimos que asistir con el mismo personal que hacía este trabajo cuando en un mes se presentaban cuatro empresas". Ahora, con los nuevos números en la mano, respira más aliviada.
Aumentos de salarios
Ercoli remarcó una y otra vez que la grave situación se pudo soportar por la buena disposición de empresarios y fundamentalmente de los trabajadores.
"Siempre que mediamos en los conflictos, el sentido común primó, ya que la parte sindical aceptó rebajas salariales, despidos y suspensiones", recordó, y bregó para que aquellos empresarios que hoy no sólo se recuperaron, sino que están en expansión, negocien alguna forma de recomposición salarial.
"Sería lo justo, porque los trabajadores aceptaron perder muchas cosas cuando todo estaba mal", reflexionó y alentó: "Ahora que las cosas para muchas empresas comienzan a mejorar, que haya una retribución al esfuerzo que hicieron".