Haciendo un repaso rápido al antecedente inmediato del último enfrentamiento en que Central superó por 4 a 1 a Independiente en Avellaneda se podría inferir en que el margen para pensar en un triunfo no es descabellado. Sin embargo, aquel partido casi no puede ser tenido en cuenta. Ese encuentro poco tendrá que ver seguramente con el de esta tarde. En esa oportunidad, el Central de Menotti se aprovechó de un equipo que venía golpeado por la renuncia del técnico -Néstor Clausen y ese día dirigieron interinamente Alberto Tardivo y Guillermo Ríos- y lo vapuleó. Con goles de Figueroa (2), Cappelletti y Delgado desató un temporal en Avellaneda ante un equipo muy limitado, lento, inexpresivo y casi sin figuras. De hecho de aquel equipo hoy quedan solamente el Pichi Franco y Pablo Guiñazú, entre los titulares. Pero el cambio de nombres no será la única diferencia que seguramente se podrá apreciar. Porque este Independiente es un equipo con mucha velocidad y precisión del medio campo para delante, a lo que se suma la aparición de los volantes por afuera y las subidas de los laterales. Todo esto condimentado con nombres de jerarquía que hasta ahora han marcado la diferencia.
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