Pablo F. Mihal / La Capital
Las lágrimas de los jugadores de Jockey fueron más amargas que nunca. Porque tuvieron la oportunidad de quedarse con la 9º edición del Nacional de Clubes y se les escapó por poco, por muy poco, ante un rival que si bien hizo los méritos suficientes como para consagrarse, también dejó mucho que desear. El partido arrancó con Alumni intentando jugar rápido por las puntas y aunque por momentos lo hizo en forma desordenada, fue el local el que impuso los ritmos. Jockey, en la vereda de enfrente, sin la pelota esperaba al rival y empezaba a cometer muchos errores. De arranque el partido fue muy disputado, una verdadera batalla donde no faltaron los roces. Pero en ese contexto Alumni hacía las cosas mejor. Empezaba a ostentar el dominio territorial y con la posesión de la pelota se agrandó. Con chispazos, los forwards de Jockey complicaban un poco las cosas, pero Alumni parecía más decidido. Después del intercambio de penales de los minutos iniciales, llegó el primer try de la tarde. El centro local Carballo utilizó a pleno su velocidad para marcar la primera diferencia. Mientras Alumni crecía, Jockey sintió la ausencia de un pateador que pudiera sacarlo de la presión a la que era sometido, lo que le complicaba bastante su panorama. El apertura de Tortuguitas, Visser, manejó con facilidad los hilos tácticos de los primeros 40 minutos. Jockey en esos pasajes no tuvo la pelota y encima el árbitro tuvo un par de fallos poco felices que ensombrecieron aún más las expectativas verdiblancas. Van der Ghote hacía cada vez más grande su figura y antes de que terminara el parcial lo ratificó con un drop. Mientras, De Luise descontaba con un penal. Fue por esos instantes que Romero Vagni vio la amarilla y le abrió a Jockey la posibilidad de recuperarse en el segundo tiempo, período en que además la visita contaría con viento a favor. En el complemento el marcador obligó a Jockey a atacar. Y aprovechando ese hombre de más que tuvo, durante 10 minutos equiparó la balanza. La fórmula line-maul-try rindió sus frutos cuando Carlos Preumayr apoyó en el ingoal albirrojo. Fue a partir de entonces cuando empezaron los cambios tácticos. Jockey comenzaba a dejar atrás la imagen sombría del primer tiempo y pasó a tener el control de la situación gracias a un muy buen trabajo de los forwards. Y cuando todo parecía tranquilo y controlado, una serie de errores muy gruesos en el tackle (erraron más de 6 en 10 metros), terminó en el confuso try de Avramovic. Alumni sacó una pequeña luz de ventaja, pero no estaba todo dicho. Jockey se lanzaba al ataque y Alumni escogía el contragolpe aprovechando lo errático que estuvieron los backs rosarinos. A los 36' Sorini embocó un penal y dejó a Jockey a tiro de try. El que finalmente llegó a los 40' cuando Iñaki Barrandeguy logró la conquista utilizando otra vez la fórmula line-maul-try. El final fue más incierto que nunca y Jockey tuvo "su" oportunidad, muy cerca. Ya en tiempo de descuento, Van der Ghote se convirtió en el verdugo de los verdiblancos con un penal que dejó a Alumni dos escasos puntos arriba. Después, toda la presión fue para el juvenil Sorini, quien falló el tiro del final y desató el festejo de los locales en Tortuguitas. El joven apertura no tuvo consuelo, Jockey tampoco.
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