Año CXXXV
 Nº 49.637
Rosario,
domingo  20 de
octubre de 2002
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Al mundo con una identidad propia
El sector público y las bodegas trabajan en denominaciones de origen

La herencia de los inmigrantes europeos marcó a fuego el desarrollo histórico de la industria vitivinícola argentina. Bujolais, Chablis, Oporto, Champagne, son nombres "universales" que remiten a regiones del viejo continente y que desde hace algunos años son parte de una pelea a nivel mundial.
La Unión Europea, el principal jugador mundial del negocio del vino, viene presionando para que el resto de los países dejen de usar como genéricos los nombres que remiten a sus regiones productoras. Desde el vamos, rechazan cualquier embarque que llegue a ese continente con alguna de esas denominaciones.
En esa pelea, que hoy por hoy es una de las más grandes en el contexto internacional, la UE ya firmó algunos acuerdos bilaterales. Es el caso de Chile. Enrique Thomas, director del INV, explicó que en junio pasado se realizó por primera vez una reunión entre representantes europeos y argentinos por este tema. "La reunión fue un hecho histórico pero de características exploratorias, no quiere decir que se hayan iniciado las negociaciones, ellos van por la de máxima, cuestionando incluso algunas expresiones tradicionales que son parte del diccionario", señaló.
Thomas explicó que el organismo atiende actualmente tres frentes a nivel de negociaciones internacionales: los reclamos de la UE, el ingreso de la Argentina al Grupo Mundial de Comercio de Vinos y las negociaciones en el Mercosur, atendiendo sobre todo a que Brasil internalice una norma sobre comercio de vinos aprobada ya por los cuatro países miembros.

Europeos y americanos
"Paralelamente seguimos trabajando con nuestras denominaciones de origen, para proteger el origen y la indicación geográfica de nuestros productos". Esta tarea forma parte del plan estratégico del sector vitivinícola. "La idea es trabajar sobre el prestigio de distintas zonas del país y paralelamente trabajar muy fuerte en varietales locales, es el criterio de los países del nuevo mundo, la síntesis entre la cultura introducida por la inmigración europea y la tecnología americana", agregó.
Las empresas están convencidas de que "hay un valor de la marca Patagonia, Mendoza, etc." capaz de brillar en el mercado internacional. "Esto es América, no Francia, y esa marca tiene un valor", señalan.


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