Estaba aguardando la chance de entrar desde el minuto cero, y con sus esporádicas apariciones daba la sensación de que podía estar entre los once en cualquier momento. Incluso más de un hincha canalla pedía a gritos a Gustavo Barros Schelotto de titular. Las casualidades, o mejor dicho, la lesión de Cristián Pino le abrió la puerta para ir a jugar. Claro que el Mellizo lo toma con mesura. Ni siquiera su aceptable actuación contra Arsenal le hicieron pensar que le había llegado la hora. Por lo tanto afrontó los días previos a Talleres con la misma postura que muestra desde que llegó a Central "Siempre que empieza la semana tengo el deseo de jugar el próximo partido, y entreno para estar. Después el que decide es el técnico y yo acepto esa decisión". Y esta oportunidad lo encuentra en su mejor forma física desde que arribó a Arroyito: "Estuve entrenando todo este tiempo para que cuando lo disponga el técnico me tenga diez puntos físicamente", comentó el Mellizo, quien no realizó el trabajo de pretemporada y por eso le costó más que el resto entrar en ritmo de competencia. Cuando se le consultó si no consideraba que la estructura del equipo se podía resentir con tantos cambios introducidos por el Flaco, Gustavo indicó: "Menotti pone a los que ve que están mejor para cada partido. Y si él considera que es necesario hacer cambios seguramente los hará". Sin misterios, el Mellizo remarcó que Menotti "no me pidió nada distinto de lo que yo pueda darle. El sabe de mis condiciones y lo que puedo aportarle al equipo".
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