Las llegadas de Arsenal

Números de una derrota irrefutable

La necedad puede ser muy dañina. El peor de lo enemigos. Si hay algún protagonista de la debacle de ayer que encuentre atenuantes para la actuación de Central estará cometiendo el más pernicioso de los pecados futbolísticos. Es que la necedad y la soberbia son primas hermanas, y casi siempre llevan al mismo final.
Por si es necesario, aquí va una ayuda memoria de los momentos más importantes de Arsenal en el choque de ayer en la bochornosa -por varios motivos- tarde de Lanús.
6'. Silvio González estuvo mano a mano con Castellano y el arquero se quedó con la pelota.
13'. El ex volante ofensivo de Lanús Silvio González, el mismo que no pudo ser hallado por ningún jugador de Central en toda la tarde, sacó un zurdazo imponente desde afuera del área que se clavó contra el caño derecho del Rifle.
29'. El uno canalla salió rápido y le ganó en el pique a González para subsanar el enésimo fuera de juego mal tirado por su línea de cuatro.
36'. Andrizzi no llega a conectar un centro de González. Con sólo rozarla hubiera marcado el 2 a 0. La llegada clara se produjo porque Central dio el paso adelante sin tener en cuenta que la figura de la cancha llegaba libre por izquierda.
39'. Golazo de Piersimone. Tras una gran jugada de Silvio González, el ex Estudiantes definió en soledad ante la salida de Castellano.
63'. Central se había adelantado casi de manera suicida para buscar el empate. Andrizzi arrancó desde atrás de la mitad de la cancha, tiró el autopase y se llevó la pelota, que había rebotado en Talamonti, con algo de fortuna. Después la tocó por arriba desde 30 metros. Fue el tercero de Arsenal.
67'. Otra vez Andrizzi. Esta vez el mano a mano se va afuera por al lado del caño derecho.
68'. La última de Silvio. González la puntea de zurda ante la salida de Castellano y la pelota se va rozando el caño derecho.
73'. Piersimone convierte el cuarto de Arsenal.
79', 84' y 89'. Castellano salva ante Romero y Molina, respectivamente. Una gran jugada de Caruso termina con la pelota rebotando en el caño izquierdo.