Arsenal y Central tuvieron un sábado bastante parecido. La diferencia, sustancial por cierto, fueron los 300 kilómetros que debió recorrer el plantel canalla para instalarse en el corazón de Capital Federal para esperar el choque de esta tarde. Los dos se entrenaron por la mañana. En Sarandí sirvió para confirmar la deserción de Vespa (ver aparte); en Palos Verdes para que Daniel Quinteros, Rivarola, Pino y el mellizo Gustavo ensayaran tiros libres. Un rato más tarde el almuerzo y después la siesta para unos (hasta las 5 de la tarde en Sarandí) y el viaje para otros. Central llegó cerca de las 7 de la tarde a su búnker de Suipacha y Santa Fe sin novedades. A esa hora, Burruchaga apagó las luces y pidió silencio para comenzar una sesión de video sobre las virtudes y defectos canallas.
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