El barrio Cristalería no tiene una sola voz ni sólo un conflicto. Si bien es desde la comisión vecinal de donde se escucha fuerte la alarma por la posible radicación de 250 familias procedentes de Villa La Lata, una gran cantidad de vecinos de los chalets suben la apuesta para resistirla. Sin embargo, existe otro sector que sostiene una posición "solidaria". "El barrio quiere vivir tranquilo: mientras la gente de La Lata no moleste ni robe, va a estar todo bien. Pero para eso tiene que haber seguridad las 24 horas, no que la policía salga a tomar mate y a manguear", sostuvo una vecina de Cristalería. "Son seres humanos, ¿no tienen dónde vivir?, que vengan y se comporten como ciudadanos, que acompañen al barrio Cristalería rural (al fondo de la urbanización de los chalets) en su lucha por el agua, el pavimento y el colectivo. No los discriminamos", agregó. A su lado, un coro de hombres y mujeres apoyó la posición de que "la gente de La Lata tiene derecho a disfrutar de un techo como cualquiera". También relataron una larga disputa con los directivos de la vecinal, algo que pareció confirmar una frase que se escuchó desde el SPV: "No creemos que la vecinal sea realmente representativa del barrio".
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