Durante los primeros meses del año, la llamada banda de los encapuchados asoló la zona sur del departamento Rosario. Más de una decena de hechos se produjeron en Soldini, Piñero, Alvarez, paraje El Caramelo y otras localidades vecinas. En todos los casos hubo similitudes en el accionar de los asaltantes: actuaban con sus rostros cubiertos por pasamontañas, siempre iban armados, sorprendían a sus víctimas, las reducían y revisaban las viviendas o los comercios para robar el dinero y otros objetos de valor. Para huir se llevaban los autos de las víctimas, que en la mayoría de los casos eran abandonados en las cercanías del lugar. Fuentes de la policía que siguieron paso a paso el accionar de esta banda confiaron que, desde que empezaron a detener a los presunto partícipes del grupo, incluyendo el ahora procesado, la ola de atracos en esa zona se detuvo.
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