El inusual fervor que despertó el campeonato Mundial de vóleibol Argentina 2002 fue aprovechado al máximo por los clásicos revendedores, quienes ofrecen localidades para observar un partido del seleccionado de Carlos Getzelevich al triple de su valor oficial. Mientras los organizadores aseguran que ya no quedan entradas para los partidos de Argentina en la segunda fase, los revendedores ofrecen una variada gama de tickets con una escalada de precios escalofriantes. Las populares -sin lugar asignado- de 10 pesos son comercializadas a 30 en cada esquina del Luna Park ante la mirada pasiva de la policía. Además, los oportunistas disponen de plateas cabeceras a 45 pesos, plateas 120, pullman a 180 y superpullman a 240. En la primera jornada del grupo G los fanáticos argentinos arrasaron con el remanente de localidades (generales y pullman) correspondientes al cotejo de hoy con Bulgaria. (Télam)
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