Mariano Bereznicki / Ovación
Todavía sigue conservando esa mirada tierna, sincera e inocente que pinta de cuerpo y alma a todo pibe de pueblo, quien más allá de haberse codeado con las tentaciones del Primer Mundo no se contaminó. Se trata de Leandro Depetris, para muchos un pichón de crack. La historia de este chico oriundo de San Vicente comenzó a escribirse hace un par de años, cuando por entonces este zurdo elegante la rompía en todas las canchitas que pisaba. Fue entonces que por esas cosas inevitables del destino pasó a las filas del poderoso Milan italiano, institución que lo cobijó y ayudó a formarlo como persona. "Haber tenido la posibilidad de estar jugando en uno de los clubes más grandes del mundo me sirvió de mucho, sobre todo porque me ayudó a madurar", confesó a Ovacion Leandro, quien además también declaró que su paso por el Viejo Continente colaboró mucho en su crecimiento futbolístico. Pero por motivos que hasta él mismo dice desconocer, a fines del 2001 se pegó la vuelta para la Argentina. Y fue a probarse en silencio a las inferiores de River. Como uno más. Después de un tiempo fichó para los millonarios y hoy en día integra el plantel de la novena de AFA, esa misma que lidera el campeonato por estas horas. -¿Qué pasó con Milan? -Sinceramente no sabría decir qué fue lo que realmente sucedió. Por motivos futbolísticos no fue, de eso estoy seguro. -¿Cómo llegás a River? -Sucede que cuando volví a la Argentina queríamos ver junto a mi papá si podía jugar en River, ya que para mí es el club más grande del país y además es el que mejor trabaja con las divisiones inferiores. Así que me vine a probar en febrero y después de un tiempo pude quedar en el plantel que hoy en día conforma la novena división de AFA. -¿Pero recibiste algún llamado de la gente de River antes o fuiste a probarte como un chico más? -Fui por mi cuenta. -Entonces te habrán recibido con los brazos abiertos cuando fuiste a entrenar el primer día. -No, nada que ver (risas). Fui como cualquier chico que va probrarse y tratar de ver si puede jugar en ese club. De mi parte tuve la suerte de quedar. -Pero, aunque lo quieras negar, sos un jugador distinto. -No sé si es tan así, porque para mí quedan muy pocos jugadores de esas características (habilidoso enganche o mediapunta). No me considero distinto. Quizás por lo que pasó conmigo, que estuve trabajando en Italia durante dos años, muchos me ven de esa manera. Pero repito, no me considero distinto. Soy uno más. -¿Qué hay de cierto en eso de que estuviste a punto de ir a Boca? -Nada, fueron sólo versiones. -¿Cómo estás en River? -Realmente me siento muy a gusto y cómodo con mis compañeros. Es una gran institución. -¿Estás viviendo en la pensión del club? -Sí. Somos como noventa chicos. La pasamos bien. Además de entrenar, voy al colegio del club por la tarde. -¿Los rivales te hacen marca personal? -De chiquito siempre me marcaron y pegaron patadas. Pero hay que adaptarse porque el fútbol actual es muy físico y hay que estar preparado para todo. -¿Notás que cuando entrás a la cancha la gente sigue con más atención tus movimientos que los de tus compañeros? -No, porque cuando entro a jugar me meto en el partido. No soy de andar mirando hacia los costados para ver qué dice la gente. Si haría eso, me volvería loco. -¿Se puede decir que tu verdadera carrera para llegar a primera división comienza en esta nueva etapa en River? -Nunca se sabe si vas a llegar a ser profesional. Es muy prematuro decir que voy a jugar en primera, recién estoy en novena. Todavía falta mucho recorrido por hacer. Es como dice mi técnico, "el futuro de cada uno de nosotros es el presente". Así que si Dios me ayuda y las cosas me salen bien, jugaré en primera. Y si no, me dedicaré a hacer otra cosa, por eso también estudio. -Pero tenés muchas condiciones y podés llegar a primera. -Puedo tener condiciones pero en el colegio me va mejor que en el fútbol. Uno nunca sabe lo que va a pasarle el día de mañana. Mirá si tengo la mala suerte de sufrir alguna lesión importante y eso no me permite seguir ligado al fútbol. No me va a quedar otra que salir a laburar. -¿Dentro de cuándo tiempo te ves jugando en primera? -No sé, porque además nadie sabe a mi edad si jugará algún día como profesional. Soy muy chico y me falta aprender muchas cosas aún.
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