Carolina Taffoni / La Capital
El festival de música electrónica Cream Arena, que concentra distintas disciplinas artísticas, arribará hoy, a partir de las 20, al predio del Patio de la Madera. Ahí se reunirán los DJs porteños Hernán Cattáneo y Zucker, y el rosarino Tomás Caturla. También participarán los artistas digitales Marcelo Rondinone y Gastón Soso, y grupos locales como Slinky, Jazz-Frodait y el solista Sergio Barrilis. Además habrá un ciber espacio con muestra de páginas web y diseño digital, pantallas de video, presentación de animaciones y exhibición de destrezas en skate y bicicleta. El festival está organizado por Cream, la exitosa productora británica de eventos de música electrónica, que recorrió el mundo con el famoso festival Creamfields. En el seleccionado de Cream confluyen estrellas como Fatboy Slim, Chemical Brothers, Sasha y Paul Oakenfold. A ese equipo también pertenece Hernán Cattáneo, considerado como el DJ más prestigioso de Latinoamérica. Con Paul Oakenfold como padrino artístico, Cattáneo empezó a trabajar para Cream hace 5 años, primero como DJ residente en Sudamérica y después comenzó a girar por todo el mundo con esa marca. "El evento de esta noche no tiene nada que ver con una rave", aclaró Hernán Cattáneo en charla con La Capital, y añadió: "Una rave es una especie de manifestación de música electrónica y diversión. Cream busca otra cosa, pretende integrar distintas disciplinas que tengan que ver con lo que le interesa a los jóvenes". Cattáneo explicó que su estilo se basa en "el gran patrón de la música electrónica, que es el house. Después el house se mezcla y se nutre con otros estilos. La música electrónica está en constante cambio y búsqueda. El rock, por ejemplo, es muy tradicionalista con respecto a los elementos que pueden formar parte de una canción. En cambio el house es mucho más abierto, podés introducir elementos de rock, de jazz o de música étnica. Las posibilidades de mutación son infinitas", aseguró. Según el DJ, "para un chico de 15 años hoy es más accesible hacer música electrónica que formar una banda de rock. Esa es una ventaja no buscada. Todo el mundo puede participar", afirmó. Para Cattáneo, que reside en Londres desde hace dos años, los DJs argentinos se convirtieron en exportables porque "estamos acostumbrados a desarrollarnos en la dificultad. Los DJs sudamericanos aprendimos a pasar muchos estilos de música, porque cuando la gente no entendía demasiado sobre música electrónica, si vos ponías un mismo estilo toda la noche la gente se aburría. Así terminás siendo mucho más versátil que un DJ europeo", explicó. Al principio de su carrera, Cattáneo debió superar no pocas trabas. "Hace diez años hacer música electrónica era ir en contra de todo. Cuando apareció el house, en el 87, la gente escuchaba rock, pop o música nacional. No había radios, ni disquerías, ni revistas para difundir la música electrónica. Yo recuerdo estar poniendo música en lugares enormes donde había 50 personas. Todo cambió cuando empezaron a venir las marcas de afuera, eso siempre pasa en la Argentina. Vinieron los DJs ingleses y elogiaron a los de acá, y así la percepción de la gente cambió un montón", analizó.
| |