David Crossland
Berlín. - Alemania comenzó a enfrentar ayer la posibilidad de un estancamiento de su economía tras la ajustada victoria del canciller socialdemócrata Gerhard Schröder en las elecciones del domingo, cuya ligera mayoría reduce la posibilidad de implementar duras reformas. El canciller alemán, y su ministro del Exterior, el verde Joschka Fischer, se mostraron ayer convencidos de que podrán presentar dentro de las próximas tres semanas su nuevo gobierno de coalición, después de la ajustada victoria obtenida en las elecciones parlamentarias del domingo. El reelecto gobierno rojiverde enfrenta grandes desafíos en materia de desempleo, déficit presupuestario y nivel de actividad económica, los puntos más flojos del gigante alemán. La alianza rojiverde, en el gobierno desde 1998, ha ganado los comicios pero, al mismo tiempo, la cita ante las urnas le ha traído una considerable reducción en su número de escaños. El Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, con un total de 306 mandatos, tienen ahora sólo cuatro diputados más de los necesarios para la mayoría absoluta. Además, son minoría en la Cámara alta o Bundesrat. * Las reformas quedan muy lejos. Con su mayoría parlamentaria reducida a la mitad, los analistas creen que será más difícil que Schröder pueda reformar la tercera economía más grande del mundo, que para gran parte de los economistas tiene impuestos demasiado altos, está sobrerregulada y corre el riesgo de quedar tan estancada como la japonesa. Schröder también enfrenta los poderosos intereses de los sindicatos y la industria, y además fue elegido por una población acostumbrada a la prosperidad que no tiene el deseo de soportar ajustes. "El país se mantiene ingobernable porque es imposible enfrentar sus problemas económicos", dijo Karl-Heinz Nassmacher, un politólogo de la Universidad de Oldenburg. "Lo que necesitamos es una Margaret Thatcher alemana. ¿Pero dónde la vamos a encontrar?". Alemania superó este año el margen del 3% de déficit de la riqueza nacional estipulado por los tratados de Maastricht, mientras el desempleo se mantiene sobre los 4 millones de personas y el crecimiento es muy débil. "Tenemos tiempos difíciles por delante", reconoció ayer Schröder a sus animados seguidores. Pero el canciller socialdemócrata no ha tardado en adoptar las primeras medidas políticas. Por sorpresa, el jefe de gobierno anunció que el secretario general de su partido, Franz Müntefering, asumirá el próximo octubre la presidencia del grupo parlamentario del SPD. En tiempos en los que los socialdemócratas necesitan una mayor disciplina interna en vista de su apretada mayoría, Schröder coloca en un puesto clave a un político que es considerado el "número dos" del partido. Sin embargo, el SPD ahora enfrenta a una cámara alta del parlamento, la Bundesrat, dominada por los partidos de oposición que intentan frustrar los planes del gobierno que los privó de la victoria por tan escaso margen. * La ministra polémica renunció. -Por otra parte, Schröder anunció que su ministra de Justicia, Herta Däubler-Gmelin, le escribió una carta en la que anunciaba que renunciaba a estar presente en el próximo gobierno. Con ello, la política socialdemócrata asumía las consecuencias de sus presuntas declaraciones en las que comparó al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, con el dictador Adolf Hitler y que despertaron furiosas críticas del gobierno de Washington (ver aparte). En vista de la elección hecha por Los Verdes, que con un 8,6 por ciento de los votos han conseguido los mejores resultados electorales de su historia, se abre la posibilidad de que el partido ecologista esté representado con cuatro ministros en el próximo gobierno, uno más de los que tuvo en la última legislatura. El secretario general del SPD, Müntefering, no descartó esta posibilidad. * Stoiber y Merkel no se retiran. En tanto, la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y su partido hermano de la región de Baviera, la Unión Cristiano Social (CSU), continuaban ayer todavía proclamándose como unos de los ganadores de las elecciones, al haber conseguido el mismo porcentaje de votos (38,5 %) que el SPD.Sin embargo, mientras su candidato electoral Edmund Stoiber se mostraba sonriente ante las cámaras, entre bastidores se sacaban consecuencias personales de los resultados electorales. La presidenta de la CDU, Angela Merkel, presentó su candidatura para liderar el grupo parlamentario democristiano. A raíz de ello, el hasta ahora presidente de la fracción, Friedrich Merz, renunció a postularse una vez más para el cargo a fin de evitar una lucha de poder. Stoiber, por su parte, pese a que ve incumplidos sus deseos de ser el nuevo canciller federal, parece no querer quitar la vista de Berlín. En general, se esperaba que, de perder las elecciones, se concentraría en la política regional en Baviera, donde es primer ministro y lidera la CSU. Sin embargo, mostró su intención de involucrarse cada vez más en la política federal. * Decepción y renuncia liberal. Entre los que tampoco han visto cumplidas sus expectativas se encuentran los liberales del FDP, quienes apostaban por conseguir el 18 por ciento de los votos y que, al final, sólo han llegado al 7,4 por ciento. Los resultados electorales han costado ya la cabeza al vicepresidente de la agrupación, Jürgen Möllemann, quien dimitió del cargo. En las etapa final de la campaña electoral, el político había causado gran revuelo con unas declaraciones antisemitas. La cúpula del partido exigió su dimisión en la misma noche del domingo. (Reuters y DPA)
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