La habitual escena de los viernes por la noche en la popular esquina de Córdoba y Corrientes se vio alterada con la visita de Carlos Menem. Mientras el precandidato del PJ terminaba de dar su discurso junto al puente Rosario-Victoria, las deslumbrantes tarjeteras que promocionan la noche rosarina se vieron obligadas a compartir su tradicional parada con un heterogéneo grupo de manifestantes que decidió organizar un acto para criticar la presencia del ex presidente en la ciudad. Jóvenes militantes de izquierda, ruidosos caceroleros y ahorristas indignados se reunieron frente a la Bolsa de Comercio con consignas y cánticos. Entre el humo de gomas incendiadas y el ruido de cacerolas y bombos, los manifestantes reiteraron el grito: "Que se vayan todos". Tampoco quedaron fuera las críticas consignas contra Fernando de la Rúa, Domingo Cavallo y el presidente Eduardo Duhalde. Los manifestantes, que provocaron el desvío del tránsito, prolongaron durante más de una hora los cuestionamientos hacia el ex mandatario y también llamaron a la unidad para "pelear por la dignidad", entre reclamos que incluyeron comida, trabajo, salud y educación para el pueblo. Luego llegó la lectura de un documento firmado por las agrupaciones que convocaron al acto, que concluyó con el Himno Nacional, entonado a viva voz junto a una bandera celeste y blanca desplegada por la concurrencia.
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