Ante las disparidades salariales que existen entre los empleados estatales de la provincia, La Capital consultó a dos economistas y a una politóloga de la ciudad que intentaron explicar las consecuencias de este desequilibrio. Carlos Crucella (profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR): "La grilla de salarios es ni más ni menos que la expresión de intereses sociales: es más importante trabajar en el Senado de la provincia que dirigir un hospital. Hay un problema de inequidad original porque, de la misma manera, la educación está totalmente relegada. A los maestros sólo les alcanza para vivir, ni hablar de capacitarse o comprar material didáctico. Esto tiene que ver con una visión y un proyecto de sociedad, donde la educación y la salud están totalmente desjerarquizadas y no se valoran. Y como consecuencia, se desatienden las necesidades básicas de la población de la provincia". María de los Angeles Yanuzzi (profesora en la Facultad de Ciencia Política de la UNR): "Los funcionarios de los ministerios de Salud y Educación ganan más que quienes les dan sentido a esas áreas, que son los maestros y los médicos. Y este es un problema de todas las burocracias. Pero acá se perdieron los controles políticos que tienen que mantener estas proporciones y gana el que tiene más llegada política y puede negociar mejor. Entonces, lo que pasa es que no se valoriza la formación que tiene un médico y todo queda librado a una puja de poder. Lo peor es que se deja de lado la salud y la educación de la población, por lo que este tema se convierte en un problema de toda la sociedad y no sólo de los empleados estatales". José Luis Pellegrini (docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR): "Hay un problema de capacidad de negociación de los sindicatos y de los grupos profesionales. Y a la vez hay una feroz desjerarquización de ciertas áreas, como salud y educación. Pero también existe una desprofesionalización del sector público porque los médicos tienen que vivir del salario de la función pública y de la actividad privada. Esto genera un conflicto que redunda en perjuicio de los servicios, cosa que en otros países no sucede. Acá la gente acepta vivir de varios puestos de trabajo, y el resultado es que no se hacen bien algunas funciones o bien los sueldos son irrisorios para funciones muy serias".
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