Año CXXXV
 Nº 49.600
Rosario,
viernes  13 de
septiembre de 2002
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Los dueños de la calle. Ayer se denunciaron cinco raptos y dos eran falsos
Secuestraron a un sacerdote
Los captores interceptaron al religioso en Banfield y le exigieron dinero. Lo soltaron cuando se dio a conocer

Tres personas, entre ellas un sacerdote, fueron secuestradas y liberadas ilesas sin pago de rescate ayer, mientras que otras dos fingieron haber sido víctimas de ese delito, en hechos ocurridos en los partidos bonaerenses de Berazategui y Lomas de Zamora, y en la Capital Federal, según la policía.
El sacerdote fue secuestrado por dos delincuentes en la ciudad de Banfield, al sur del Gran Buenos Aires, y liberado poco después cuando los captores advirtieron su condición de religioso, según precisó el cura.
De todos modos, los delincuentes se llevaron varias pertenencias del sacerdote José Luis Gergolet, de 43 años, entre ellas el auto, dinero, un teléfono celular y varios libros, entre ellos la Biblia.
"Espero que la lean", dijo el presbítero. Gergolet fue interceptado anteayer a las 22 en Darregueira al 1000, cuando iba a casa de unos amigos, a bordo de un Renault Clio color gris de su propiedad.
El sacerdote había bajado del auto, y cuando estaba por entrar en la vivienda aparecieron dos hombres armados que lo obligaron a subir a su vehículo.
"Cuando bajé del auto descubrí que dos muchachos se habían acercado a mí. Uno me apuntaba con su arma, me hicieron subir en mi auto en el asiento trasero y luego otro de los muchachos tomó el volante. Me dijeron esto es un secuestro exprés quedate tranquilo", recordó el sacerdote, quien reconoció que lo venían siguiendo desde unas pocas cuadras atrás.
Los delincuentes, ambos jóvenes, aunque no menores de edad, dieron vueltas con el auto durante unos 15 minutos, seguidos por un Volkswagen Polo color rojo con dos ocupantes y un Ford Escort celeste.
Gergolet es auxiliar en la Junta Catequística de Lomas de Zamora, invocó su condición de religioso y e incluso llevaba los hábitos debajo de una campera.
Inicialmente los asaltantes no creyeron en lo que les decía el clérigo y tampoco le permitieron revisar su bolso, donde tenía la credencial que acreditaba su actividad.
El clérigo estimó que los asaltante se sentían "presionados por el hecho de que habían sido vistos", aunque estimó que no se encontraban ni alcoholizados ni drogados.
Finalmente los captores confiaron en la palabra del presbítero y lo abandonaron ileso en la intersección de las calles Mayor Oliverio y Ameghino, de Villa Fiorito, a pocas cuadras del cementerio de Lomas de Zamora, llevándose algunas pertenencias y el vehículo del religioso.
"Yo les dije que era sacerdote y al principio no me creían, pero paulatinamente se dio entre ellos y yo una conversación de un género un tanto especial, porque por esas cosas de Dios creo que reaccioné de una manera que me quedé muy pacífico muy calmo", señaló.
Gergolet señaló que durante la conversación que mantuvo con los desconocidos ellos se dieron cuenta de que no "tenía sentido continuar con el secuestro porque me habían creído las cosas que les había dicho", en el sentido de que sus padres son jubilados, y "no había posibilidades de responder económicamente de la manera que a ellos les satisficiera".
El sacerdote negó que los delincuentes lo hayan buscado por su condición y, por el contrario, estimó que "estaban a la pesca".
Los voceros policiales indicaron que el presbítero no fue golpeado ni maltratado por los delincuentes, que fugaron con su auto, el dinero, el celular y los libros.

Odisea de un obrero panadero
También anteanoche, pero en la localidad de Temperley, un joven de 18 años fue secuestrado por cuatro delincuentes que lo liberaron en Brandsen sin cobrar rescate alguno al comprobar que su familia no tenía dinero, dijeron voceros policiales.
La víctima, identificada como Roberto Ezequiel Eraso, llegaba a la panadería donde trabaja, en las calles Bago y Avellaneda, y fue capturado por cuatro encapuchados que se trasladaban en un Renault 12 rojo y que lo obligaron a subir al vehículo. Los asaltantes le advirtieron que pedirían un rescate para liberarlo, momento en que el joven les explicó que su familia era muy humilde y que él trabajaba en la panadería. Luego de tenerlo cautivo por más de una hora, lo liberaron en Brandsen.
El tercer secuestro extorsivo ocurrió en la madrugada de ayer, cuando un muchacho de 17 años logró escapar de sus captores que lo encerraron en un galpón del barrio porteño de Villa Crespo y le pidieron a su familia un rescate de 500 pesos.
El hecho se produjo a las 4.30 de ayer cuando el chico se retiraba de la casa de su hermano, en el cruce de Juan B. Justo y Darwin, y fue sorprendido por tres jóvenes que lo maniataron, vendaron y encerraron en un galpón de Castillo al 1100.
Pero instantes después los captores salieron a comprar bebidas y lo abandonaron en el galpón, momento en que el chico aprovechó para zafar de sus ataduras y escapar del lugar tras una hora y media de estar privado de su libertad.

Dos que no fueron
En las últimas horas en el partido de Berazategui se registraron dos casos de falsos secuestros, protagonizados por una joven de 21 años y un hombre.
Fuentes policiales indicaron que uno de los casos involucra a una joven estudiante universitaria (de la que no se dieron a conocer sus datos filiatorios) que había desaparecido de su casa del barrio El Pato el martes último y por cuya liberación habían exigido a su familia 10 mil pesos de rescate.
La investigación policial permitió determinar que se trató de un autosecuestro planeado aparentemente por la joven, en el que habrían colaborado dos hombres y una mujer que fueron detenidos anteanoche.
Finalmente, el último caso dado a conocer es el de un hombre que fue detenido ayer en Berazategui acusado de fingir su secuestro y pedir 30 mil pesos como rescate.
Lo más llamativo del hecho es que el hombre desistió de su plan al enterarse de que su padre se había infartado cuando lo creyó secuestrado. El hombre, identificado como Edgardo Gutiérrez, quedó detenido luego de confesar ante la policía que había fingido su secuestro porque está mal económicamente. (DyN / Télam)



Gergolet fue abordado en su auto por cuatro hombres.
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