El Fondo Monetario Internacional (FMI) condicionó la firma de un acuerdo con la Argentina a que se logre un consenso político doméstico, un cronograma para levantar definitivamente el corralito y definiciones políticas para avanzar con la reestructuración de los bancos una vez que el sistema financiero quede liberado.
El vocero del FMI, Thomas Dawson, insistió ayer en que no hay "consenso político interno" en Argentina sobre el programa económico. El alto ejecutivo habló de "diálogo" en lugar de "negociación", señaló que "continúan las mismas preocupaciones" del organismo sobre ese país y reconoció que no hay plazos para llegar a un acuerdo.
Dawson relativizó las conversaciones del FMI con la delegación argentina que está en Washington, integrada entre otros por el presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, y el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen.
El funcionario del FMI omitió toda referencia al término "negociaciones" para alcanzar el nuevo acuerdo stand-by que el gobierno argentino busca y en cambio utilizó la figura de "diálogo activo", a la vez que insistió en la "falta de consenso político interno".
Dawson reclamó que "debemos recibir la garantía de que el programa económico goza de un amplio apoyo político en el país", indicó.
"Hemos aprendido la lección de que cualquier tipo de programa presentado al Fondo Monetario necesita tener un amplio apoyo político. Lo que esto significa es diferente para cada país", se limitó a comentar.
"Cuanto antes mejor, pero más vale un buen acuerdo que un mal acuerdo", dijo Dawson.
Dawson remarcó que la Argentina ha pagado todas sus obligaciones con el Fondo hasta ahora -algunas de ellas fueron postergadas por un año- y que no tiene noticias de que eso vaya a cambiar por el momento.
Corralito y bancos
Los planteos sobre la apertura del corralito y una definición sobre cómo actuar en el caso de los bancos "más débiles" fueron efectuados a Nielsen y Pignanelli por el responsable del caso argentino, John Thornton y la vicedirectora del organismo, Anne Krueger en un encuentro celebrado ayer en Washington.
En ese encuentro, Nielsen informó sobre el plan de contingencia elaborado por Economía en caso de que la salida de fondos del corralito financiero se incremente, en contraposición a los que ocurrió durante julio y agosto.
Previo al encuentro con Krueger y Thornton, los funcionarios argentinos estuvieron reunidos con el director para el Hemisferio Occidental del organismo, Anoop Singh, evaluando la marcha de las medidas que el Fondo exige para lograr una refinanciación de los vencimientos de la deuda, que ascienden a unos 18.000 millones de dólares.
Voceros del Palacio de Hacienda destacaron que los funcionarios del FMI "ponderaron" la apertura parcial de las cuentas comprometidas en el corralón, que beneficiará al 65 por ciento de los ahorristas, y consideraron "muy positivo" el mensaje del vocero del organismo, Thomas Dawson, en torno al estado de las negociaciones.
Nielsen y Pignanelli tienen previsto reunirse hoy de nuevo con los técnicos del Fondo y con el subsecretario del Tesoro, John Taylor.