Año CXXXV
 Nº 49.595
Rosario,
domingo  08 de
septiembre de 2002
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La "guerra antiterrorista" posterior al 11S trastocó la escena mundial
Balance de un año de "doctrina Bush"
Cuando Manhattan humeaba, el presidente de EEUU advirtió: "O con nosotros o contra nosotros"

Christophe de Roquefeuil

Washington. - "Con nosotros o contra nosotros": un año después del 11 de septiembre, la "doctrina" del presidente George W. Bush en la guerra contra el terrorismo tiene sus primeros ganadores (Rusia, Israel, Gran Bretaña) y sus perdedores (el Talibán afgano, los países del "eje del mal", Arafat). Otros países están todavía en observación, como Pakistán o Arabia Saudita, y algunas entidades o continentes son prácticamente olvidados, como la Otán, América latina y Africa.
El gobierno estadounidense "se destaca por ver el mundo en blanco y negro, y todo lo sucedido desde el 11 de septiembre conforma su manera de pensar y le ofrece una razón" de pensar así, señala Thomas Carothers, especialista de política exterior en la Fundación Carnegie.
* Los perdedores: los talibán afganos y sus aliados de Al Qaeda fueron los primeros en conocer la cólera de Estados Unidos. Desalojados del poder en Kabul, perseguidos en las montañas y los desiertos, Estados Unidos no les perdonó nada. El jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y el de los talibán, el mulá Omar, no han sido sin embargo hallados.
"El eje del mal" denunciado por George W. Bush bien podría estar en el centro de una posible "fase dos" de la guerra contra el terrorismo. En la línea de mira se encuentra, como se ha hecho cada día más claro, el Irak de Saddam Hussein, contra el cual los "halcones" del gobierno norteamericano baten los tambores. Irán y Corea del Norte están amenazados de manera menos directa.
Yasser Arafat, cuyo crédito ya era escaso, siguió el descenso. Washington, que lo acusa de permisivismo, cuando no de colusión con las organizaciones radicales palestinas, quiere la cabeza del histórico dirigente de los palestinos.
* Los ganadores: entre los primeros que presentaron sus condolencias a George W. Bush tras los atentados figura Vladimir Putin, que sacó ventajas: un acuerdo histórico de desarme ruso-estadounidense, acercamiento con la Otán, moderación a las críticas sobre la guerra en Chechenia. El coqueteo de Moscú con Irán e Irak causa sin embargo recelo en Washington.
El primer ministro israelí Ariel Sharon asimiló rápidamente la violencia palestina a los atentados contra el World Trade Center y el Pentágono. La misión dio resultado ante el gobierno norteamericano, que incluyó a Arafat en la lista negra.
La Gran Bretaña de Tony Blair fue el único país extranjero considerado lo bastante seguro y leal para ser integrado desde el comienzo a las operaciones militares estadounidenses en Afganistán y asociado a las gestiones diplomáticas de Estados Unidos.
Solidaridad antiterrorista obliga, muchas naciones presas de movimientos radicales islámicos (India, Uzbekistán, Filipinas) se beneficiaron de la benevolencia de Washington. Las relaciones con China, muy tensas a comienzos del actual gobierno norteamericano, se distendieron.
* En observación: la firme colaboración que aportó a Washington el presidente Pervez Musharraf le permitió a Pakistán ganarse los galones de aliado estratégico. Su anterior apoyo al gobierno talibán y la presencia en su territorio de fuertes movimientos radicales islámicos, lo hacen sin embargo un país todavía bajo atenta vigilancia, presionado para actuar con más energía contra el terrorismo.
Arabia Saudita sigue siendo oficialmente un aliado. Pero crecen las críticas en Washington contra el reino, acusado de financiar redes terroristas y de faltarle convicción para una eventual campaña contra Irak.
Los olvidados: la Otán, la alianza militar más importante del mundo, todavía no cosechó los frutos de su apoyo total a Estados Unidos apenas días después de los atentados. Los aliados europeos fueron ignorados en ventaja de una gestión estadounidense-británica de las operaciones, y la organización ahora se pregunta sobre su futuro.
América Latina, a la cual George W. Bush había prometido darle prioridad al inicio de su gobierno, retrocedió súbitamente en el orden de preocupaciones. Lo mismo se aplica al caso de Africa, aun cuando el presidente estadounidense prometió realizar una gira por ese continente el año próximo. (AFP)



La vigilancia de Wall Street en la ceremonia del viernes.
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